La investigadora especializada en derechos humanos advirtió que El Salvador podría colocarse “a nivel” del expresidente peruano Alberto Fujimori y del presidente nicaragüense Daniel Ortega al renunciar de la Organización de Estados Americanos (OEA) y a su vez de su Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).

“El Salvador se estaría colocando a nivel de Fujimori y Ortega al pretender sacudirse la labor de monitoreo al compromiso que como Estado salvadoreño se ha suscrito de cumplir con compromisos internacionales en materia de derechos humanos”, expresó.

El martes, el presidente Nayib Bukele acusó a la CIDH de defender a los pandilleros en El Salvador, luego de que la CIDH le pidiera revertir las medidas tomadas en los centros penitenciarios como la reducción de alimentos e implementos de higiene y encierro permanente. “Los países deberíamos de evaluar retirarnos de estas organizaciones internacionales que solo buscan mantener a nuestra gente sufriendo”, indicó el mandatario salvadoreño.

“Algo más fuerte”.

Esta lógica, advierte Medrano, “niega algo más fuerte que correlaciones internacionales, que es el respeto de la dignidad de la humanidad misma”. Según la especialista, condenar violaciones a derechos humanos según la conveniencia “aisla a El Salvador de la reivindicación de la humanidad”.

Explicó que, en la historia reciente del Sistema Interamericano de Derechos Humanos, el caso más conocido en el cual un Estado ha desconocido la jurisdicción del la Corte Interamericana de Derechos Humanos fue Perú durante el gobierno de Fujimori, expresidente peruano condenado por corrupción y crímenes de lesa humanidad. El final, dijo, ya lo sabemos.
62
Personas
Fueron asesinadas el sábado 26 de marzo, el día más sangriento desde 2002.