Dos miembros de la oposición explicaron a Diario El Mundo que no interpusieron recurso alguno contra el acta de escrutinio definitivo por dos razones, una por su baja o nula confianza en el Tribunal Supremo Electoral (TSE) y la otra, porque creen que no pueden pedir anular un escrutinio de un proceso electoral que fue nula.

El director de organización del partido Nuestro Tiempo, Ramiro Navas, explicó que no tienen "ninguna confianza" en el TSE, por lo que creen que sería un "mayor desgaste" presentar un recurso de nulidad al escrutinio definitivo de la Asamblea Legislativa.

Navas explicó que el TSE ha hecho caso omiso de las solicitudes de los partidos políticos de oposición. "Seguir intentando respuesta del Tribunal después del comportamiento parcializado era un desgaste para nosotros", exclamó el dirigente.

La razón: no tenemos confianza. El Tribunal desperdició todas las oportunidades, no reconocieron sus errores logísticos. Ni siquiera la misma gente de ellos confió en el proceso.
Ramiro Navas,
director de organización de Nuestro Tiempo.


Por su parte, el presidente del Consejo Ejecutivo de Alianza Republicana Nacionalista (Coena), Carlos García Saade, argumentó que la nulidad se aplica para todo el proceso de elección.

"Es que toda la elección fue nula. Si nosotros decíamos 'solo el escrutinio', íbamos a validar la otra elección. Entonces, igual, la nulidad del escrutinio tiene causales bien específicas, todo el escrutinio fue distinto, completamente distinto a lo que regula el mismo Código Electoral, no podíamos pedir la nulidad de un escrutinio que era distinto al regulado", explicó el dirigente.

Los partidos Arena, Nuestro Tiempo y Vamos interpusieron solicitud de nulidad de la elección legislativa el 19 de febrero de 2024 pero fue declarada improcedente por el TSE consideró que el plazo para presentar la solicitud había vencido.

Navas reiteró las 69 irregularidades que resumieron en el recurso de nulidad presentado el 19 de febrero. Los más graves, sostuvo, fueron los errores en la transmisión de resultados preliminares, inconsistencia de las actas de escrutinio, inexistencia de actas de escrutinio de las Juntas Receptoras de Votos (JRV), suplantación de miembros de las JRV y que muchos de los miembros instalados en las mesas del escrutinio definitivo eran empleados del gobierno, tanto de la Asamblea Legislativa como de la Alcaldía de San Salvador.