Aunque la mitad de los salvadoreños (49.3 %) prefiere la democracia ante otra forma de gobierno, un 62.2 % respaldaría un líder fuerte en el gobierno que “incluso viole algunas reglas para que las cosas se hagan” según la última medición de opinión pública de la Fundación Dr. Guillermo Manuel Ungo (Fundaungo).

Para entender esta contradicción es necesario investigar qué entienden los salvadoreños por democracia y cuál es la satisfacción que sienten con esta forma de gobierno, de acuerdo al análisis del director del Centro de Estudios de Opinión Pública (CEOP).

Según el investigador, es necesario conocer si las personas entienden por democracia un sistema de partidos políticos, alternancia en el poder, gobernabilidad entre órganos de Estado, o si entienden la democracia “más en términos no normativos” en el sentido de eficacia.

“En el sentido de que me resuelve o cómo se van tomando las decisiones”, dijo.

Para siete de cada diez salvadoreños (70.6 %), El Salvador vive una democracia y menos de la tercera parte (27.7 %) creen que el país es poco o nada democrático.

Una de las hipótesis de esta posible controversia es que un grupo de ciudadanos, por “tal de ver solucionados sus problemas de manera inmediata, están dispuestos a renunciar a algunas libertades que ofrece la democracia en el Estado de Derecho”.

Hay que profundizar qué es lo que la gente entiende por democracia... un sistema de partidos, alternancia, o en el sentido de que ‘me resuelve”.
Carlos Argueta
coordinador del CEOP de Fundaungo

¿Prodemocráticos o proautoritarios?

La proporción de salvadoreños que prefieren la democracia como forma de gobierno cayó 10 puntos porcentuales en seis meses, de diciembre de 2021 a junio de 2022. Es decir, si antes eran seis de cada diez quienes optaban por la democracia ahora son cinco y se ha mantenido así desde hace un año.

En contraposición, la cantidad de población que estaría dispuesta a soportar un gobierno autoritario ha subido del 36 al 48-45 % y se ha mantenido así por un año. En este grupo están quienes dicen que eso les da lo mismo y además quienes lo aceptarían “en algunas circunstancias”.

Lo rechazarían.

Un 14.6 % de los salvadoreños estaría “muy en desacuerdo” con que un líder fuerte viole algunas reglas. Sumado al 21.5 % que indica que lo objetaría “algo”, el 36 % se opondría a ese autoritarismo.