Un 68 % de periodistas centroamericanos afirmaron haber sido víctimas de hostigamiento o acoso, incluso por parte de otras personas periodistas, según la encuesta “Libertad de expresión y periodismo en Centroamérica 2024” publicada por la Fundación Heinrich Böell.

Según el estudio, divulgado en marzo, el 51.16 % de los periodistas centroamericanos entrevistados dijeron que recibieron amenazas personales o familiares y un 32 % recibieron acoso u hostigamiento por parte de otras personas periodistas.

Un 40.7 % dijo que cree que ha sido víctima de cibervigilancia por parte de las autoridades públicas o instituciones gubernamentales; la mayoría de casos en El Salvador y Nicaragua.

Más de la mitad de los periodistas consultados en el estudio respondieron haber recibido amenazas de distintos actores sociales, como militantes o simpatizantes de un partido, autoridades gubernamentales, diputados, jueces, grupos empresariales, el propio presidente, crimen organizado, sindicatos y movimientos sociales.

El informe sobre libertad de expresión en Centroamérica fue auspiciado por la Fundación Heinrich Böll Stiftung.
El informe sobre libertad de expresión en Centroamérica fue auspiciado por la Fundación Heinrich Böll Stiftung.

Acoso en redes sociales: ocho de cada 10

El acoso, violencia o insultos en redes sociales fueron reportadas por el 82.56 % de los periodistas consultados, en su mayoría de Nicaragua y El Salvador; y solo un 17.44 % contestaron que no habían sido víctimas de este tipo de violencia.

Entre los comentarios hostiles que reciben los periodistas a través de redes sociales, se mencionan acusaciones de ser “de izquierda que apoya la agenda globalista”, “del bando contrario”, de recibir “dinero para publicar investigaciones”, que “responden a intereses de grupos criminales”, que son “agentes de la Embajada de Estados Unidos”, que son “terroristas, golpistas, manipuladores”, “pandilleros”, que le “paga Soros”, y también reciben la acusación de “chayotero”, un término usado en México contra los periodistas.

La investigación detalla que los ataques a los periodistas incluyen “creación de memes, imágenes y videos utilizando la imagen de las personas” y los agresores “buscan en internet fotografías y datos personales para utilizar su rostro e información en los diversos materiales que generan”.

Nicaragua, lo más grave

Según la investigación, la situación más grave planteada está en Nicaragua, en donde las principales denuncias son el encarcelamiento injustificado, el exilio, la detención arbitraria, el bloqueo de sitios web, la persecución de instituciones y peligro de muerte.

En Costa Rica, se reportan ataques directos del presidente y funcionarios, en Guatemala se registran fabricación de casos judiciales contra periodistas, activistas y defensores de derechos humanos, en Honduras se menciona la impunidad de denuncias de violencia contra periodistas.

En El Salvador, se menciona censura y autocensura que incentiva la “conducta autoritaria” del presidente y su gobierno, falta de acceso a información pública, ausencia de garantías y falta de independencia.

Los temas peligrosos señalados en la región son: narcotráfico, crimen organizado, control político al Gobierno, corrupción, derechos humanos, temas relacionados al presidente, Ministerio Público y jueces, minería o temas ambientales, trata de personas, dictadura Ortega-Murillo, persecución religiosa, entre otros.

El 83.72 % de periodistas centroamericanos afirmó no recibir respuesta a solicitudes de información de manera adecuada y el 88.37 % advirtó que no existen leyes que regulen democráticamente la pauta estatal en los medios de comunicación.