Con euforia y pasión vivió ayer la hinchada de Alianza FC la goleada de 3 a 0 sobre el archirrival Club Deportivo FAS en el primer juego de las semifinales del Apertura 2020. Fue una noche mágica para los albos en la capital, pero se olvidaron de dos reglas de oro: el distanciamiento social y el uso de mascarillas para prevenir los contagios de Covid-19, que en los últimos tres días se han registrado casi 1,000 casos a nivel nacional.

Cualquier duelo Alianza – FAS llamará una buena cantidad de público, en cualquier instancia, tal fue el caso ayer cuyo sector General pareció abarrotado, a simple vista hace pensar que hubo una transgresión a las órdenes de la Federación Salvadoreña de Fútbol (Fesfut) de permitir solo el 30% de la capacidad los escenarios deportivos para evitar la saturación y los contactos por coronavirus.



Pero, según el encargado de comunicaciones de Alianza, Cristian Roque, la administración dio entrada a 8 mil 487 aficionados, es decir, 5 mil menos de los 13 mil 450 permitidos en el "Cusca" en tiempos de pandemia.

Lo que sí es evidente e innegable es que no hubo un control en el distanciamiento social, que no verificó el uso correcto de mascarillas y tampoco se pidió evitar el contacto entre asistentes, lo que permitió a la afición presente actuar a sus anchas.



Numerosas publicaciones con fotografías y videos demuestran el desorden que hubo en los graderíos del Coloso de Monserrat, olvidando totalmente que los casos de coronavirus en el país van en alarmante ascenso.

La última actualización del sitio gubernamental covid19.gob.sv arrojó 951 nuevos casos de contagio en las últimas 72 horas.

El reporte de casos diarios no era actualizado desde el lunes 18 donde se contabilizaban 51 mil 437 casos en total, y hasta hoy los casos aumentaron a 52 mil 388 en total.



Pero el juego de ayer no ha sido el único que no ha respetado el distanciamiento social, esto también se observó en los dos juegos de la serie FAS – Sonsonate en los cuartos de final y en el juego entre Firpo - Águila, en la misma instancia, celebrado en la “Caldera del Diablo”.

Situaciones totalmente contrarias a la vivida el pasado 25 de octubre, en este mismo escenario, cuando Firpo y Águila se enfrentaban por primera vez tras la reanudación del deporte nacional interrumpido por el confinamiento. En aquel momento hubo tres advertencias para respetar el distanciamiento social, pero ante la negativa de los aficionados en el medio tiempo, el árbitro central, Iván Barton, junto al Comisario de FESFUT determinaron suspender el partido.

Faltan cuatro juegos para el fin del presente torneo y urge reforzar las medidas de seguridad sanitaria en los escenarios.