Por la tarde se registró un homicidio más en Santo Tomás. / REDSV


En medio de la pandemia de COVID-19 y un alza de homicidios que acumuló 53 víctimas en menos de tres días, el Gobierno salvadoreño autorizó el uso de la fuerza letal en defensa propia y declaró alerta máxima y mezcla de las pandillas en las cárceles.

“El uso de la fuerza letal está autorizado para defensa propia o para la vida de los salvadoreños”, advirtió el presidente Nayib Bukele, quien dijo que “la Fiscalía deberá procesar a los aliados de las pandillas”.

El alza inició el viernes; ese día por la noche el mandatario ordenó el cierre carcelario y dijo que “los cabecillas irán a aislamiento solitario, nada de contacto con el exterior”. El sábado continuó el alza, con 13 homicidios y, el domingo, con 17 víctimas.

Altos mandos de la Policía Nacional Civil, encabezados por el director Mauricio Arriaza Chicas, sostuvieron una reunión de emergencia.

 

Las víctimas

La mayoría de homicidios fueron cometidos en el oriente del país. Por la mañana de este domingo, el comprador de chatarra José Israel Benavides, de 47 años, fue asesinado cuando transitaba en su bicicleta en la colonia Arcos del Molino, San Miguel.

El agricultor Nelson Emily Cruz Zelaya, de 31, en el caserío Los Zelaya, cantón La Trinidad, Chapeltique, en San Miguel; un hombre en el cantón La Reforma, municipio de Moncagua, San Miguel; un supuesto pandillero conocido como Nefta en el cantón Sunsulaca, Cacaopera, Morazán; y un estudiante de 16 años en el cantón La Laguna, Corinto, Morazán; están entre las víctimas de los crímenes.

También, el barrendero Mario Fuentes de la alcaldía de Santa Rosa de Lima, La Unión, fue asesinado en la colonia Nueva San Sebastián; un vendedor de vehículos asesinado en la carretera Ruta Militar, en Santa Rosa de Lima; y Berner Sidney Meléndez, miembro de una iglesia evangélica, quien acribillado a balazos en la colonia La Pradera, Jiquilisco, Usulután.

La violencia también cobró la vida de Orlando de Jesús Alvarado Martínez, de 29 años, en la colonia Las Brumas, barrio Concepción, de Cojutepeque, Cuscatlán.

Otros dos crímenes fueron cometidos en San Vicente: en el cantón San Francisco Angulo y en San Carlos Lempa.

Un motociclista fue muerto a balazos en la entrada a la colonia Nuevos Horizontes, kilómetro 13 de la carretera Panamericana, San Martín.

En la carretera a Comalapa, Tomás, fue asesinado un hombre no identificado.

Al listado de víctimas de criminales se sumaron otros hombres en la colonia Jardínes de La Fátima, Lourdes, Colón; en Nueva Concepción, Chalatenango; y a la orilla de un río, en el cantón Los Lagartos, San Julián, Sonsonate.

A raíz del incremento de homicidios que podrían estar siendo ordenados por cabecillas, que guardan prisión, fue decretado estado de emergencia, en el sistema penitenciario, por las autoridades penitenciarias.