Los niños se esfuerzan más en sus tareas si han visto a los adultos triunfar, según ha mostrado un estudio llevado a cabo por investigadores de la Universidad de Pensilvania y el Instituto de Tecnología de Massachusetts (Estados Unidos) y que ha sido publicado en la revista 'Child Development'.
"Nuestro trabajo muestra que los niños pequeños prestan atención a los éxitos y fracasos de los adultos que los rodean y, razonablemente, no persisten mucho en las tareas que los adultos no logran. Sin embargo, hemos descubierto que cuando los adultos podían completar exitosamente una tarea tras realizar un importante esfuerzo para lograrlo, los niños se volvían más persistentes", han explicado los investigadores.
A esta conclusión han llegado tras analizar si la constancia de 520 niños de diverso nivel socioeconómico de 4 y 5 años se veía afectada por las acciones que realizaban los adultos, la forma en la que las hacían y los resultados que obtenían.
Asimismo, los investigadores analizaron cómo la persistencia de los menores se veía afectada por las palabras de los adultos. Por ejemplo, los mayores les dijeron a los niños: 'esto será difícil', dieron charlas alentadoras diciendo algo como "puedes hacer esto' u ofrecieron declaraciones de valor diciendo, por ejemplo, 'es importante esforzarse mucho'. También hubo un momento en el que los adultos no dijeron nada sobre las expectativas de los niños.
La persistencia se midió por el esfuerzo que realizaron los niños a la hora de hacer la misma tarea que intentaron los adultos. Asimismo, los niños escucharon los comentarios de los mayores tanto antes como después de saber si habían tenido que realizar un esfuerzo grande o pequeño, y si lo habían logrado o, por el contrario, habían fracasado.
De esta forma, los investigadores comprobaron que los niños se esforzaron más después de ver a los adultos triunfar que después de verlos fracasar en una tarea; y que los niños eran más constantes cuando los adultos se esforzaron en llevar a cabo el trabajo, triunfaron y les explicaron la importancia de haber realizado ese esfuerzo.
"Estos resultados muestran que los niños pequeños observan atentamente a los adultos que los rodean y aprenden activamente de sus palabras, esfuerzos y resultados. Por tanto, los adultos deben mostrar a los niños cómo el trabajo duro conduce al éxito", han zanjado los investigadores.