En una esquina de Salcoatitán, municipio que forma parte de la Ruta de Las Flores, se yergue una modesta infraestructura que resguarda conocimiento y estampas de la evolución. El Germinal Museo de la Imprenta es un símbolo del paso del tiempo y el desarrollo tecnológico.

Sus cuatro paredes custodian la historia de un pasado que vaticinaba la revolución tecnológica y de un presente que está en constante evolución.

Esa mezcla de antigüedad y modernidad se aprecia no solo entre las máquinas que allí descansan, sino también en sus paredes que sirven de respaldar de figuras que evocan a las redes sociales, como un suspiro silente que recuerda hasta dónde nos ha llevado ese magnífico invento del alemán Johannes Gutenberg.

Con una máquina de 1830, similar a la que utilizó el orfebre germano para imprimir la primera Biblia, empieza el recorrido de la imprenta en ese espacio inundado de metales y silencio.



Sulma Galicia, guía del museo, explica que el recinto, que responde a una iniciativa privada, promueve la búsqueda del conocimiento y aporta detalles del avance que en su momento implicó para la literatura, y la cultura en general, la llegada de esas máquinas.

El museo, según Galicia, es único en el país y Centroamérica. En su interior hay una recopilación de máquinas y herramientas ordenadas cronológicamente. Tras el recorrido, que dura como 20 minutos, el final llega con uno de los avances más importantes del siglo pasado: la computadora, un avance que no solo grita el paso del tiempo, también habla de la evolución de las máquinas gracias a la inteligencia humana.

 

El museo

El espacio está abierto de lunes a viernes de 8:00 a.m. a 12:00 p.m. y de 1:30 p.m. a 6:00 p.m., mientras que sábados y domingo el horario es de 8:00 a.m. a 6:30 p.m. La entrada tiene un costo de $0.50.