Marcelino Samayoa, gerente general de la Asociación Salvadoreña de Beneficiadores y Exportadores (Abecafé), aseguró que varios productores dejaron de cultivar a raíz del encarecimiento en los costos por el salario mínimo.

“Hemos notado un aumento en las fincas abandonadas en el campo. Los trabajos se han disminuido por efectos de salario mínimo”, señaló Samayoa.

En diciembre de 2016, la representación sindical y gubernamental del Consejo Nacional del Salario Mínimo (CNSM) aprobó un ajuste salarial, en el cual se adicionaron actividades agrícolas de temporada, como la industria cafetalera y recolección de caña de azúcar.

Para esta categoría, el número salario mínimo es de $224, un aumento de $53 al pasar de $171; mientras que para la recolección de café el ajuste quedó en $200, luego de estar en $129, ello equivale a un incremento de $75.80.

Las variaciones salariales están en vigencia desde enero de 2017, y desde su aprobación el sector cafetalero anunció que sufriría una pérdida de $25 por cada quintal de café oro uva, y el costo de producción podría elevarse en 37 %.