En los últimos años, el café salvadoreño ha ganado terreno en los mercados especializados, y figura entre las bebidas favoritas de los consumidores en Europa y Asia, quienes están dispuestos a pagar altos precios por una taza de calidad, aseguraron los especialistas internacionales que conformaron el comité evaluador en el certamen Taza de Excelencia 2018.

La semana pasada finalizó la décimo quinta edición de la Taza de la Excelencia, el certamen más importante en la industria de café de los países productores e importadores, que dirige la Alliance for Coffee Excellence (ACE). En la última fase del concurso, un equipo de jueces internacionales evaluó las muestras de café y eligió a las tres mejores.

El jueves pasado, una delegación del equipo de jueces internacionales participó en un foro denominado “Tendencias en el mercado, demanda de calidad y consumo”, organizado por el Consejo Salvadoreño del Café (CSC). Entre los panelistas se encontraban especialistas y comercializadores de Estados Unidos, China (Taiwán), Japón, Corea del Sur, Rusia, Alemania y Australia.

Katalina Shkola, especialista de Rusia, comentó que los primeros cafés que ingresaron a este país provenían de Alemania y Brasil. En los últimos años, agregó, se han incorporado más variedades y sabores, entre ellos el café salvadoreño.

Shkola es parte de una red de cafeterías y aseguró que “la mayoría de mis clientes prefieren el café natural de El Salvador”, pues se inclinan más hacia un producto tradicional y con nutrientes.

Sin embargo, indicó, el mercado ruso aún es joven en el consumo de café de especialidad, pues cerca del 70 % de los consumidores preparan la bebida en sus hogares, y de ellos un 75 % compran instantáneos.

Por su parte, Jamie Djambazov, de Campus Caffee de Australia, comentó que, a diferencia de Rusia, el consumidor australiano prefiere comprar la bebida preparada. La mayoría del café que comercializan es importado de Centroamérica, incluyendo El Salvador.

Relató que hace dos años compraron café salvadoreño de la variedad Pacamara, y “estamos preocupados por cómo reaccionarían los clientes”, pero tras un tiempo les terminó gustando.



Falta mejorar calidad

Aunque los jueces se mostraron satisfechos por la calidad de las muestras evaluadas en la Taza de Excelencia, varios aseguraron que el café salvadoreño aún tiene que mejorar su calidad y poner más énfasis en su proceso de cultivo.

Min Seon Kim, en representación de Corea del Sur, comentó que hace dos años dejaron de comprar café a El Salvador porque “cuando lo tomamos, lo vemos que no es un proceso tan limpio”.

Agregó que se debe aumentar la producción para la exportación, pues el buen café salvadoreño “es muy poco y se nos acaba rápido”, indicó.

A esta impresión se sumó Tim Taylor, especialista de Estados Unidos, quien recomendó a los productores a mantener la misma excelencia de las muestras evaluadas en los procesos de siembra y producción.