Nelson Vanegas, presidente de CEPA, señaló ayer que el lugar elegido para construir el puerto de La Unión no fue el más adecuado. / CEPA


El presidente de la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), Nelson Vanegas, manifestó ayer que la zona donde se construyó el Puerto de La Unión Centroamericana (PLU) no era el apropiado debido al alto flujo de sedimentación.

La terminal portuaria comenzó a construirse en abril de 2005 y finalizó en diciembre de 2008. Este proyecto costó $210 millones, de los cuales $101 millones corresponden a un préstamo concedido por el Gobierno japonés a través de la Agencia de Cooperación Internacional del Japón (JICA, por su sigla en ingles).

Este martes, CEPA presentó los resultados del primer estudio de sedimentación y evaluación ambiental del canal de navegación del puerto de La Unión, realizado en 2017. El informe reveló que “el lugar donde se construyó el puerto no era el apropiado. Hay flujo y velocidad de agua que genera sedimentación dentro del canal”, enfatizó Vanegas.

Vladimir Caballero, parte del equipo investigador, aseguró que el estudio de factibilidad del puerto recomendó la construcción de la terminal hacia el interior de la bahía de La Unión o del lado de la zona conocida como Cutuco, siendo en este último lugar donde se terminó desarrollando la plataforma por los terrenos de propiedad de reserva.

“Si se hubiera usado el sitio (al interior de la bahía), serían dos kilómetros menos por recorrer de canal. Estaríamos hablando casi del 50 % del problema (de azolvamiento en el canal de acceso) resuelto”, agregó.

Por su parte, Ángel Ibarra, viceministro de Medio Ambiente y Recursos Naturales, indicó que el Puerto Cutuco, anterior nombre de la terminal, ha reportado problemas desde su construcción porque, explicó, no se consideraron las dinámicas de la corriente marina del Golfo de Fonseca y se subestimó la sedimentación ocasionada por el río Goascorán.

“Nosotros no estamos echándole la culpa a quien lo construyó ni cuando se construyó. Tenemos que buscar alternativa de poner en funcionamiento el puerto y, además, de que no se comprometan los recursos naturales de la zona”, acotó el funcionario.

 

Sin movilizar contenedores

Las estadísticas de CEPA indican que entre enero y marzo pasado, el puerto solo atendió cinco buques, todos pesqueros, que representaron una carga movilizada de 8.29 toneladas métricas de importación.

El diseño original del puerto visualizó el proyecto para el manejo de contenedores, una terminal de multipropósitos y una terminal de carga rodada, vehículos y de pasajeros.

Sin embargo, desde 2013 no ha movilizado ni un solo contenedor, mientras que entre 2010 y 2013 la terminal transportó 12,839 contenedores y 23,242 TEUS (Unidad Equivalente a Veinte Pies, en español, correspondiente a los contenedores de 20 pies de largo), según un informe disponible en el portal web de CEPA actualizado hasta marzo pasado.

Desde noviembre de 2017, el Ejecutivo anunció que incluiría al puerto dentro del proyecto de ley de Zona Económica Especial (ZEE), la cual aún no han entregado al pleno legislativo.