La crisis económica causada por la pandemia del coronavirus dejará 11.5 millones de nuevos desempleados en el 2020 en América Latina, lo cual incrementará el número total de desocupados a 37.7 millones de personas.
La contracción económica que la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) estima será de un 5.3 % este año -la peor desde 1930- y tendrá “efectos negativos” sobre la tasa de desocupación de la región. Pasará de un 8.1 % el 2019 a un 11.5 % este año, según las proyecciones presentadas ayer junto a la Organización Internacional del Trabajo (OIT).
“Se proyecta un aumento de la tasa de desocupación de al menos 3.4 puntos porcentuales, lo que equivale a más de 11.5 millones de nuevos desempleados”, indicó el informe “Coyuntura Laboral en América Latina y el Caribe. El trabajo en tiempos de pandemia: desafíos frente a la enfermedad por coronavirus (Covid-19)”.
Junto al aumento de la desocupación, ambas organizaciones esperan un marcado deterioro de la calidad del empleo en la región donde la tasa media de trabajos informales ya alcanza al 54 %, afectando principalmente a los sectores más vulnerables.
La OIT estima la reducción de un 10.3 % de las horas de trabajo, lo que afectará a unos 32 millones de personas, esto debido a la crisis sanitaria y las medidas de confinamiento tomadas por los países latinoamericanos.
Las cifras de desempleo afectarán duramente a los más vulnerables de la región, provocando el aumento de la pobreza en 4.4 puntos porcentuales y la pobreza extrema 2.6 puntos porcentuales con respecto a 2019.
“Esto implica que la pobreza alcanzaría entonces a 34.7 % de la población latinoamericana (214.7 millones de personas) y la pobreza extrema a 13 % (83.4 millones de personas)”, alertó la CEPAL.
Ambas instituciones ven un futuro incierto para el mercado laboral regioal y estiman una recuperación bastante lenta de los empleos perdidos, que requerirá una profunda formación y educación de los trabajadores en seguridad sanitaria, protocolos de salud y horarios desfasados de ingreso y salida para evitar aglomeraciones y focos de contagio.
“Para ello son necesarios recursos institucionales y presupuestarios reforzados que garanticen su cumplimiento”, señaló el informe.