Hasta el 85.5 % de la población salvadoreña vivirá en las ciudades para 2050, frente al 72 % actual, revela un estudio del Departamento de Asuntos Económicos y Sociales, de la Organización de las Naciones Unidas (ONU).

Las proyecciones recogidas en el informe “Prospectos de la Urbanización Mundial 2018”, posicionan a El Salvador como el segundo país en Centroamérica que tendrá la mayor densidad poblacional en la zona urbana, solo por detrás de Costa Rica, cuyas ciudades serán ocupadas por el 90.1 % de su población total en 2050.

Para entonces, según la ONU, habrá más de 6.5 millones de salvadoreños habitando todo el territorio nacional, de los cuales aproximadamente un millón residirán en zonas rurales y 5.5 millones el área urbana.

Según el documento, más de 2,500 millones de personas en todo el mundo desplazarán su lugar de residencia desde las zonas rurales a las urbanas. A esta predicción, se suman las perspectivas de crecimiento demográfico, que será cada vez mayor en la ciudad.

No obstante, este aumento se producirá de forma desigual: países que tienen una población rural mayoritaria actualmente, no sufrirán más migraciones internas que aquellas regiones con más habitantes urbanos; asimismo, algunas de las ciudades más grandes podrían ver reducida su población. “La urbanización va a continuar y lo va a hacer más rápido en los países de ingresos bajos y medios”, explicó a través de un comunicado la oficial de Asuntos de Población de la ONU, Lina Bassarsky.

 

En la región

Después de El Salvador, Panamá se perfila como uno de los países que logrará mayor densidad poblacional en la ciudad, llegando al 79.8 %. A este le sigue Honduras, con 73.9 %, y Nicaragua, con 71.4 % de habitantes urbanos. Guatemala, por su parte, será el país con la mayor cantidad de ciudadanos en el campo, pues se prevé que el 67.2 % viva en la urbe.

En tan solo nueve años, El Salvador superará el promedio de 77.6 % población urbana en Centroamérica, pues el 77.7 % de salvadoreños ya se habrá asentado en ciudades.

Para 2030, además, El Salvador y Costa Rica contarán cada uno con tres grandes urbes: una ciudad con hasta cinco millones de habitantes y otras dos ciudades que tendrán concentraciones de 300,000 a 500,000 habitantes.

El informe pone de relieve que el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) dependerá mucho de cómo se desarrolle el proceso de urbanización en los próximos años.

El aumento de la población urbana implica, según Bassarsky, prestar atención a aspectos como el alojamiento, el transporte, la energía, los servicios educativos y sanitarios, así como el empleo. “Los gobiernos deben emprender políticas públicas que mejoren la calidad de vida de los habitantes de zonas urbanas y rurales, además de fortalecer los vínculos entre ellas”, agregó.