El Salvador es el segundo país que menos produce café de la región centroamericana, según José Sette, director ejecutivo de la Organización Internacional del Café (OIC), quien también consideró que la proporción en la producción de caficultura a nivel mundial ha decaído en los últimos diez años.

Sette se encuentra en el país para conocer los avances en materia de caficultura. Ayer, durante una conferencia sobre la tendencia mundial de los precios y mercados del café, detalló que El Salvador es el segundo país con menos producción, atrás de Panamá.

El Salvador es miembro activo de la OIC. En su sitio web, la institución registra que de Centroamérica, incluyendo a México, Panamá tuvo una producción del ciclo 2016-2017 de 115,000 de sacos (unidad de peso utilizada por la OIC), mientras que en El Salvador fue de 623,000.

Según esta base de estadística, es Honduras el mayor productor con 5.9 millones de sacos, le sigue Guatemala con 3.5 millones, México con una producción de 3.1 millones. Luego, Nicaragua presentó 2.1 millones, Costa Rica 1.4 millones, y por último figuran los índices de El Salvador y Panamá.

Al respecto, Sette indicó que al revisar las estadísticas de El Salvador antes de llegar al país “se sentía preocupado”; sin embargo, tras sostener reu­niones con los productores y las instituciones encargadas del tema, y conocer los avances en la renovación del parque cafetalero y cultivo de nuevas variedades, “se siente optimista” que la producción aumente a partir del actual ciclo 2017-2018.

“Desde mi oficina, en Londres, yo quedé un poco preocupado con la situación de El Salvador. Los números del pasado hasta hoy son muy preocupantes, la producción bajó mucho. Pero, lo que vi esta mañana, las medidas para revertir esta situación, es algo mucho más optimista”, agregó Sette.

 

Consumo

Por otro lado, El Salvador es el tercer país de la región centroamericana que menos consume café interno, inferior a los 500 sacos de 60 kilogramos. Sin embargo, al analizarlo por habitante, figura como el segundo mercado que más adquiere este producto, solamente superado por Costa Rica.

A nivel mundial, agregó el experto, el consumo mostró grandes cambios entre las últimas dos décadas. En 1990, los mercados emergentes tenían un porcentaje de consumo del 5 %, pero a 2014 aumentó a 15 %. Por su parte, los países exportadores pasaron de un 23 % a un 31 %, y los mercados tradicionales se redujeron del 72 % al 54 %, en el mismo período.



Algunos expertos estiman que para 2030 se podría tener un déficit en la oferta de café. Sobre esto, se elaboraron tres posibles escenarios. El primero, detalló Sette, proyecta que si la demanda crece a 1 % anual, se necesitarían agregar al mercado 30 millones de sacos.

Si la demanda crece a 2 % anual, se tendría que agregar 49 millones, mientras que si es al 2.5 % serían hasta 60 millones de sacos.

Sin embargo, el experto consideró que hay potencial de más crecimiento en los países exportadores y en los mercados emergentes.