La agencia de riesgo soberano Fitch Ratings anunció ayer que mantiene en “B-” la calificación de la deuda de El Salvador, al tiempo que advirtió que existen riesgos en torno a la implementación de medidas para la consolidación fiscal.
Fitch también mantuvo la perspectiva en negativo, la que indica que no espera modificaciones en el corto plazo y refleja el deterioro en las métricas de sostenibilidad de la deuda como resultado de la profunda contracción de 2020, el alto déficit fiscal, y las restricciones de financiamiento.
El Salvador se enfrentó en 2020 a su peor recesión económica de los últimos 40 años con una caída de su Producto Interno Bruto (PIB) del -7.9 % según estimaciones oficiales. La crisis económica dejó a su vez cifras históricas en cuanto al déficit fiscal en 10.1 % del PIB.
Fitch Ratings señaló que la respuesta del Gobierno salvadoreño “fue grande” en $1,400 millones (equivalente al 6 % del PIB) para transferencias de efectivo y responder al gasto relacionado con el sistema de salud, contra una caída del 6 % en términos absolutos de los ingresos.
La agencia prevé que el déficit fiscal se coloque a 7.5 % como porcentaje del PIB en 2021 y para 2022 se reduciría a 4.9 %. Por su parte, la calificadora advirtió que, incluso en un escenario con crecimiento económico y reforma fiscal favorable, la deuda continuará aumentando a 91.8 % del PIB este año.
“El gobierno ha delineado medidas de ajuste fiscal del 4 % del PIB (...) mediante reducciones en el gasto y aumento de ingresos”. Fitch Ratings, Comunicado
Ajuste con el FMI.
En su comunicado, la agencia afirmó que el Gobierno ha delineado medidas de ajuste fiscal del 4 % para un período de tres años mediante la reducción del gasto en dos puntos del PIB y un aumento de ingresos de dos puntos también.
“En parte en nuevos impuestos y en parte mediante mejoras en la administración tributaria (2 % del PIB) como parte de un posible acuerdo con el FMI. Sin embargo, existen importantes riesgos de implementación en torno a las medidas de consolidación fiscal”, señaló.
El Ministerio de Hacienda confirmó en marzo pasado que negocia un programa de Facilidad de Servicio Ampliado (SAF, por sus siglas en inglés) con el Fondo Monetario Internacional por $1,300 millones para realizar un ajuste que le permita reducir el peso de la deuda pública.
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Hacienda, en tanto, asegura que el ajuste con el FMI no incluirá incremento de impuestos sino una propuesta para reducir el gasto y un plan antievasión más agresivo.
El 6 de abril pasado, una misión técnica del organismo inició una revisión de la economía y las condiciones para establecer el programa; sin embargo, no se ha conocido los resultados de estos acercamientos.
El acuerdo con el Fondo Monetario aliviará las limitaciones en el financiamiento adicional para el presupuesto general que la agencia de riesgo estima en $2,400 millones (el 9.2 % del PIB) para 2021, un monto que incluye el déficit del Gobierno y $543 millones en amortizaciones de deuda.
Proyecciones para la economía salvadoreña
- Crecimiento
La agencia prevé un “sólido repunte económico” de 5.5 % para 2021, impulsado por una expansión de las remesas y las exportaciones. Sin embargo, advirtió que existe riesgo de una segunda ola de contagios y el aumento en los precios del petróleo.
- Deuda
Aún con medidas fiscales, la agencia estimó que la deuda como proporción del PIB aumentará a un 91.8 % en 2021, tras un 89.2 % registrado en 2020. El 20 % de la deuda corresponde a compromisos derivados del sistema de pensiones.
- Financiamiento
Fitch prevé que las necesidades de financiamiento para 2021 alcancen los $2,400 millones, un 9.2 % del PIB. El monto ya incluye el déficit del Gobierno central y $543 millones en amortizaciones (sin considerar la deuda de corto plazo).