Un histórico elaborado por la AMM, con datos del Ente Operador Regional (EOR), revela que en 2009 las importaciones de energía de El Salvador superaron los 200,000 MW, pero a partir de 2013 incrementó su participación en el MER, cuando compró hasta 600,000 MW.
Al término de 2016, las importaciones de energía superaron los 1.2 millones de MW, es decir, un millón de megavatios más que los comprados en 2009. Este incremento es casi 600 veces la capacidad instalada de generación de energía que El Salvador reportó en 2016: 1,724.42 MW, según la Superintendencia General de Electricidad y Telecomunicaciones (Siget).
El aumento en las importaciones durante ese periodo también fueron 2,000 veces superiores a la producción hidroeléctrica de la estatal Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL).
Además, equivale al consumo de casi de 1.1 millones de salvadoreños, si se toman en cuenta los datos del Banco Mundial. El organismo indica que en 2014, el consumo per cápita de energía (el consumo total dividido entre la población) en El Salvador ascendió a 939 kilovatios, es decir, 0.939 megavatios.
“Conforme los precios han bajado en la región, de quien está inyectando, la importación ha subido (…). Entre más bajos sean los precios, El Salvador importa más porque puede sustituir energía cara”, manifestó Edgar Navarro, presidente de la AMM, en una reunión con periodistas salvadoreños.
Participación
El MER es un mecanismo de integración entre los seis países de Centroamérica. Fue ideado para compartir los excedentes de energía de cada uno de los integrantes a un precio más competitivo que la generación propia. Desde su creación en 1996, los principales actores son Guatemala y El Salvador, quienes mantienen una relación de venta y compra, respectivamente.
Al cierre de 2016, El Salvador adquirió el 62 % de la energía ofrecida en el MER, mientras que Guatemala inyectó el 56 %. Asimismo, de enero a agosto pasado, el país compró el 70 % de ese excedente en el mercado regional, un 7 % más que el total del año pasado.
“El Salvador supera por mucho las compras de energía que el resto de Centroamérica. Indudablemente ha visto que es mucho mejor comprar energía que generarla porque puede estar cara”, agregó Elmer Ruiz, gerente de Mercado Internacional de la AMM.