La estabilidad de la temporada de lluvias de 2020 permitió que los agricultores de granos básicos anticipen una producción récord. Sin embargo, la situación es agridulce ya que los precios de maíz, frijol y arroz caen arrastrados a la baja por un incremento en las importaciones.
De acuerdo con las previsiones oficiales elaboradas por el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG), la cosecha de maíz de 2020 alcanzará los 19.25 millones de quintales, lo que representa un incremento del 11 % con respecto a la de 2019, mientras que la de frijol rondará los 2.8 millones de quintales (30 % más), y la de arroz se ubicaría en los 752,000 quintales, es decir, un 20 % más.
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El incremento de la productividad es opacado por las importaciones asociadas al plan para entrega de alimentos a las familias afectadas por la pandemia. Solo en el caso del maíz, según los registros de comercio exterior del Banco Central de Reserva (BCR), alcanzan los $119 millones.
El problema es que los precios están por el suelo y se mantienen a la baja, al final el productor tendrá buena cosecha, pero será afectado por los precios. Siempre vamos a terminar mal como productores”
Luis Treminio
Presidente de la Cámara Salvadoreña de Pequeños y Medianos Productores Agropecuarios (Campo)
El sector sostiene que no está en favor de prohibir las importaciones, pero sí de su regulación para no inundar al mercado y afectar a rubros en específico.
En el país la mayor parte de la producción agrícola es de subsistencia, en especial la enfocada en la producción de granos básicos como el maíz y los frijoles. |
Dilema de las importaciones
Treminio consideró que en los últimos dos años la producción nacional de cereales se acerca a la demanda interna, pero teme a que el producto importado durante 2020 inunde la plaza y se mantengan los precios bajos y golpee a los productores en 2021.
El maíz, el cultivo más extendido en el territorio y calificado como una actividad de subsistencia, tiene un costo de producción cercano a los $16 por quintal, pero el mercado lo paga en la banda de los $12.
La baja representa un problema, ya que mientras en teoría se beneficia al consumidor, el productor y la sostenibilidad de su actividad se ve comprometida.
Se estima que el año pasado la cosecha de maíz dejó 18.5 millones de quintales, cifra que se aproxima a los 18.8 millones que consume la población cada año.
El año pasado no había necesidad de hacer importaciones, lo mismo está pasando con este año. El ministerio habla de cosecha récord, pero sigue solicitando autorizaciones a la Asamblea para importaciones, ahí está la contradicción”
Luis Treminio
Presidente de Campo
Treminio que detalla que el precio no llega al consumidor, sino que queda en el comerciante que acopia cuando sale la cosecha y en el mercado esto no se refleja de la misma manera.
Campo impulsa la idea de que en una crisis como la actual es necesario de más políticas estatales para fomentar el consumo interno.
Treminio dijo que las importaciones de México han llegado a un precio de $13.50, precio que pudo pagarse localmente.
Agricultura a la expectativa
- Producción impactada: El quintal de maíz es pagado en promedio en los $10, Campo teme que cuando la cosecha salga completa al mercado pueda caer hasta los $8. En marzo de 2020, el precio del quintal se cotizaba en los $14.50 y comenzó a caer por las importaciones.
- Plan de inversiones: El MAG informó que trabaja en el desarrollo de un plan valorado en $89.5 millones, de los cuales el 68 % será destinado “para las áreas críticas del trabajo” de dicha cartera entre los que figuran los apoyos sectoriales, la investigación y el trabajo de campo.
- Frijol mejora cosecha: Campo calcula que este año la cosecha de frijol será de 2.6 millones de quintales, la previsión es 200,000 quintales menos que la prevista por el MAG que la estima en 2.8 millones de quintales.