Las importaciones de leche, quesos y requesón provenientes de Nicaragua y Honduras rompieron récord en noviembre pasado al convertirse en las más altas registradas al menos desde 1994, indican estadísticas del Banco Central de Reserva (BCR).

Entre enero y noviembre de 2017, el volumen de las importaciones de lácteos superaron 45.69 millones de kilogramos, casi 215 veces más que todo lo adquirido durante 1994, último año disponible en la base de datos en línea del BCR. En ese año, el país importó 213,311 kilogramos de lácteos, de manera que el acumulado hasta noviembre de 2017 es el más alto en 23 años e implicó un crecimiento del 21,319 % en comparación con la cifra de 1994.

En libras, las importaciones de lácteos provenientes de ambos países pasaron de 470, 270 en 1994 a 100.7 millones en los primeros 11 meses de 2017.

Nicaragua y Honduras son los principales proveedores de lácteos para El Salvador y el incremento en las compras de sus productos significó un freno para el crecimiento del sector lechero nacional y le generó pérdidas económicas importantes durante 2017.

El año pasado, el Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) endureció los requisitos de importación de estos productos tras una serie de quejas de los ganaderos nacionales, quienes denunciaron que la sobreoferta provocaba pérdidas de hasta el 40 % de la producción diaria.

 

Crecimiento constante

En los primeros 11 meses de 2017, la compra de lácteos de Honduras y Nicaragua alcanzó un valor de $111.8 millones, frente a los $447,430 reportados en 1994. Dado que en el mismo periodo de 2016 se adquirieron 40.2 millones de kilogramos, valorados en $106.5 millones, en noviembre pasado las importaciones de lácteos crecieron 13.7 % anual en volumen y 5 % en valor.

“El problema es que las importaciones han venido creciendo (…). Vamos a tener un incremento del 12 % en 2017 versus 2016”, estimó Alfonso Escobar, presidente de la Asociación de Productores de Leche de El Salvador (Proleche). El líder de la gremial añadió que el sector se enfrenta a dificultades para mantener la producción por la falta incentivos gubernamentales.

Si se considera solo la importación de leche nicaragüense y hondureña, El Salvador adquirió 5.2 millones de kilogramos entre enero y noviembre de 2017. Esto equivale a 173,487 botellas diarias, mientras que en 1994 promedió 1,252.

Mientras tanto, las importaciones de lácteos de Guatemala, Costa Rica y Panamá entre enero y noviembre de 2017 alcanzaron 9.3 millones de kilogramos, 36.6 millones de kilogramos menos de los que se compraron a Nicaragua y Honduras.

Nicaragua es el país que más importó lácteos a El Salvador en los primeros 11 meses del año pasado, al enviar 35.31 kilogramos. Le siguió Honduras con 10.38 millones de kilogramos. En ese mismo periodo, Costa Rica le vendió al país nueve millones de kilogramos de lácteos, mientras Panamá y Guatemala lo hicieron en menor proporción: 300,309 56,987, según las estadísticas del Banco Central.

Familias gastan $18.6 en leche, queso y huevos

Un hogar salvadoreño gasta un promedio de $18.68 mensuales para comprar leche, queso y huevos, según la Encuesta de Hogares de Propósitos Múltiples de 2016, elaborada por la Dirección General de Estadística y Censos (Digestyc).

La encuesta indica que los 694,286 hogares del país destinan más de $12.9 millones mensuales a la compra de estos alimentos. El 38.9 % indicó que lograron conseguir los tres tipos de provisiones y el 89.6 % señaló que los obtuvieron a través de compra.

En la zona urbana, un hogar salvadoreño gasta en promedio $19.53 en la compra de dichos alimentos, considerados principales dentro de la canasta básica.

Mientras tanto, la encuesta revela que los hogares del área rural gastan en promedio $17.83 en el mes para adquirir estos productos.