Claudio de Rosa, investigador asociado de la Universidad Francisco Gavidia, dijo que el país cerrará el 2020 con una deuda pública total de $23,060 millones.
Se estima que el saldo equivalga al 94.8 % del Producto Interno Bruto (PIB), es decir, muy cerca de alcanzar a la producción nacional de El Salvador de un año.
El endeudamiento experimenta un acelerado crecimiento desde la administración de Elías Antonio Saca (2004-2009), quien recibió la deuda al 52.8 % del PIB, pero la entregó al 59 %, mientras que con Mauricio Funes (2009-2014) cerró en 66.7 %.
De Rosa cree que las alarmas debieron encenderse en la gestión de Saca, que prácticamente duplicó el nivel que dejó al fin de su mandato la gestión de Armando Calderón Sol (1994-1999). En los primeros 14 meses de la gestión de Nayib Bukele (2019) la deuda llegó al 90.8 % del PIB y al final del año presentará cuatro puntos porcentuales más para alcanzar un récord histórico.
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“El déficit es el más alto en la historia de El Salvador, será del 14 % más de lo estimado y esto es por los mayores gastos por la pandemia. Pero el déficit se financia con más endeudamiento y eso es preocupante”, dijo.
Debido al alto peso del nivel de endeudamiento, el Gobierno debe también destinar más recursos para honrar el servicio de la deuda. El Ministerio de Hacienda calcula que tendrá que asignar el 15.6 % del presupuesto contemplado para 2021 para pagar $877.9 millones en intereses y $283.6 millones en amortizaciones.