Los productores de petróleo de la OPEP se reunían este jueves en Viena para acordar una reducción de la producción que frene la caída de los precios, pero aunque no dudaron en desafiar verbalmente a Donald Trump, no convencieron a los mercados.
"Buscamos una reducción suficiente para equilibrar el mercado", dijo el ministro de Energía saudita, Jaled al Faleh, un peso pesado de la organización, antes del inicio de esta importante reunión.
La Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), que produce cerca de un tercio del crudo mundial, quiere encontrar la fórmula mágica que seduzca a un mercado volátil en el que los precios cayeron un 30% en dos meses.
Al Faleh defendió el jueves una reducción de producción de "un millón de barriles por día". Pero este nivel, inferior a las expectativas de los mercados, provocó una nueva caída de los precios a media jornada en los intercambios europeos. El barril de crudo Brent cayó incluso por debajo de los 60 dólares.
"Arabia Saudita sugirió una reducción de la producción más baja de lo que el consenso estimaba", explicó David Madden, analista para CMC Markets.
Pero aunque Riad tiene que encontrar un equilibrio frente a su aliado estadounidense, el ministro saudita aseguró que el cártel no iba a dejar dictarse su conducta.
Washington "no está en posición de decirnos lo que debemos hacer", estimó ante la prensa. "No necesito el permiso de nadie para disminuir" la producción, agregó.
Un día antes de la cita, el presidente estadounidense, Donald Trump, que presiona a la OPEP desde hace meses, instó a la organización a no hacer subir los precios del crudo, con la vista puesta en los consumidores estadounidenses.
Por su parte, el ministro iraní del Petróleo, Bijan Namdar Zanganeh, opuesto a la reducción de la producción de su país debido a las sanciones estadounidenses, ironizó el jueves sobre el tuit de Trump.
"Es la primera vez que un presidente de Estados Unidos dice a la OPEP lo que tiene que hacer", afirmó. La Administración de este país tendría que "saber que la OPEP no forma parte del departamento estadounidense de Energía", prosiguió.
El ministro estimó que la mayoría de países de la OPEP se decantaban por un precio del crudo "entre 60 y 70 dólares" el barril.
- El papel clave de Rusia -
El alcance real de la reducción de la producción es la principal incógnita del encuentro, así como la que se podría acordar el viernes en una reunión entre la OPEP y sus socios, con Rusia a la cabeza. Estos dos grupos, que representan más de la mitad de la oferta mundial, van de la mano desde finales de 2016 por un acuerdo de limitación de la producción.
El ministro de la Energía ruso, Alexander Novak, quien debe asistir a la reunión del viernes en Viena, señaló el jueves desde San Petersburgo que su país seguía "la situación real y la evaluación real del mercado".
Pero recordó que en pleno invierno, las "condiciones climáticas" rusas hacían "mucho más difícil reducir (la producción) que para otros países", dando a entender que un posible esfuerzo de Moscú se efectuaría más tarde. Para los analistas de Commerzbank, "Rusia tendrá un papel clave en este contexto".
El miércoles, la firma de corretaje londinense PVM estimó que una ausencia de reducción de la producción desencadenaría "un frenesí de ventas de proporciones bíblicas y garantizaría la vuelta a una sobreabundancia mundial de petróleo".
El margen de maniobra de la OPEP es reducido, con una Arabia Saudita con pocas posibilidades de desafiar abiertamente al presidente estadounidense después de la indignación internacional que generó el asesinato del periodista crítico con el poder del reino Jamal Khashoggi en el consulado de su país en Estambul.
El príncipe heredero saudita, Mohamed bin Salmán, necesita tanto la protección de su aliado en la Casa Blanca como un barril de crudo más caro para llevar a cabo sus reformas económicas.
En junio, los productores relajaron su disciplina para permitir a Rusia y Arabia Saudita extraer más petróleo para compensar las pérdidas previstas de barriles iraníes, después de que Estados Unidos anunciara el restablecimiento de las sanciones contra las importaciones del crudo iraní.
En el último momento, Estados Unidos concedió exenciones a ocho países importadores, con niveles superiores a lo esperado por el mercado. Esta decisión provocó el hundimiento de los precios de los dos últimos meses.