Los caficultores salvadoreños se encuentran preocupados por el inicio de procesos de embargos de fincas desde junio pasado, luego que concluyó la vigencia de un decreto transitorio que prohibía a las financieras confiscar a los productores endeudados.
En marzo de 2020, la Asamblea Legislativa aprobó un decreto transitorio para suspender el inicio de procesos judiciales por incumplimiento de pago de capital e interés en créditos del sector cafetalero. Este se creó para estar vigente un año, hasta el 31 de mayo de 2021.
La Asociación Cafetalera de El Salvador (Acafesal) solicitó en diciembre pasado una prórroga a este decreto, pero la propuesta no avanzó en el pleno legislativo y a partir de junio las financieras iniciaron procesos judiciales contra los productores.
Al vencer el decreto, se han reactivado los casos en juzgados y han dado ya resolución de embargos. De igual forma, los bancos continúan presentado a los juzgados respectivos nuevas demandas de embargos”.
Omar Flores Hidalgo
Presidente de la gremial
Ante el aumento de casos de embargos en juzgados, el líder gremial informó que el pasado 10 de agosto se envió una carta al presidente de la Asamblea Legislativa, Ernesto Castro, solicitando que se apruebe una suspensión por un año adicional.
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¿Por qué los productores están endeudados?
Desde finales de la década de 1990 comenzó a caer la productividad de las fincas, pero el golpe más fuerte para el sector fue el ataque del hongo de la roya en 2013 que redujo a la mitad la producción nacional de El Salvador y los productores no pudieron cumplir sus compromisos de deuda.
En los siguientes años no se logró recuperar la producción y, a partir de 2017, el sector caficultor se enfrenta a una nueva crisis por la baja de los precios internacionales a valores que, según los productores, no permite ni cubrir el costo de cultivo.
A raíz de estas dos crisis, aseguró Flores, la deuda de los productores se ha incrementado y a junio de 2021 los compromisos en el sector financiero superaban los $204.83 millones, un cifra que no incluye los créditos de los beneficiadores exportadores, cooperativas e instituciones no supervisadas por la Superintendencia del Sistema Financiero (SSF).
También deben $25.6 millones del Fondo de Emergencia del Café. En total la deuda del sector ronda los $230.4 millones.
La esperanza de los productores es que avance la implementación del Fideicomiso para el Rescate de la Caficultura, aprobado en mayo pasado, el cual incluye un presupuesto de $250 millones para reestructurar la deuda del sector.
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