Vijosa Medical, una división de Laboratorios Vijosa, fabrica más de 60,000 mascarillas diarias en el primer laboratorio de insumos y dispositivos médicos de Centroamérica.
Hace dos años, en la populosa ciudad china de Wuhan se detectaron los primeros casos del covid-19 que en pocos meses se convirtieron en la peor pandemia que vive el mundo en el último siglo. En esa emergencia sanitaria, a mediados de 2020, Laboratorios Vijosa decidió rediseñar una planta exclusiva para la fabricación de respiradores de primera calidad con una inversión que supera los $6 millones.
“Nosotros no podíamos dejar a nuestros médicos y a nuestra población desabastecidos y ocupando insumos que no fueran los correctos para podernos proteger”, destacó Mónica Saca, directora corporativa de Vijosa.
La ejecutiva, con más de dos décadas al frente de Vijosa, aseguró que el ADN de innovación es parte de la empresa fundada en 1971 en la colonia La Rábida, San Salvador, que lo convierte no solo en el laboratorio farmacéutico de más exportaciones de El Salvador sino en el primero en Centroamérica en fabricar dispositivos médicos.
La nueva unidad del laboratorio tiene tres líneas de producción: respirador quirúrgico nivel uno confort fit 95 de cuatro capas, respirador quirúrgico nivel uno KN95 de cinco capas, y la mascarilla quirúrgica descartable de tres capas.
A su máxima producción.
La planta de Vijosa Medical, ubicada en la zona industrial de Merliot, arrancó operaciones en una de las etapas más duras por el cierre de la economía y la escalada de casos.
Inició operaciones con dos máquinas importadas desde China, pero, a medida aumentó la demanda, compraron más equipo y ahora cuenta con seis unidades industriales que fabrican miles de mascarillas destinadas principalmente a instituciones como hospitales, indicó Óscar Canizales, regente de Vijosa Medical.
Solo en la línea de producción de respiradores quirúrgicos confort 95 se fabrican cada día unos 24,000 e igual número para los NK95, mientras que la producción de las mascarillas quirúrgicas descartables oscila entre los 15 y 30,000.
Una mascarilla, que está garantizada de uso médico, da la garantía de una protección de ambas vías de fluidos corporales”.
Mónica Saca
Directora corporativa de Vijosa
Antes de la pandemia, la importación de mascarillas en El Salvador era de $4.3 millones, pero en 2020 se disparó a $80.82 millones siendo China el mayor proveedor, según el Banco Central de Reserva.
Así, Vijosa vino a suplir parte de esa demanda de mascarillas que, aunque hay ventas en el mercado salvadoreño, una buena parte de la producción se exporta.
Control de calidad.
Vijosa Medical se diferencia de otras plantas de mascarillas porque está certificado por la Dirección Nacional de Medicamentos (DNM) como un productor de respiradores médicos.
Además del área de producción, la planta incluye una zona de control de calidad para hacer pruebas físicas y microbiológicas (un servicio de Laboratorio Vijosa) antes de sacar el producto al mercado.
Para las pruebas físicas, la firma salvadoreña también importó la tecnología de China donde las mascarillas se someten a simulaciones de ambientes extremos, resistencia a fluidos y respiratoria. Mientras tanto, en el área de microbiología se comprueba la eficiencia de filtración de bacterias y partículas.
El regente de Vijosa Medical señaló además que antes de introducir la materia prima a la planta de producción, importadas de China, pasan por un departamento de control de calidad que las tiene en cuarentena.
Proceso para hacer una mascarilla
PASO 1. Troquelado de respirador y enhebrado de puente nasal. Se unen las capas de finísimas fibras de polipropileno para formar un solo cuerpo de la mascarilla.
PASO 2. Luego se pasa al grabado del diseño de la mascarilla y el certificado de calidad, si es KN95, por ejemplo. Además, se coloca el nombre del laboratorio.
PASO 3. Prensado de banda elástica. Antes de recortar el diseño, la misma máquina se encarga de colocar las orejeras de la mascarilla.
PASO 4. El siguiente paso es doblar la fibra en dos y cortar la unidad. Una persona revisa las mascarillas y las coloca en cajas para luego empaquetarlas.