Personal de la PNC inspecciona la escena del crimen en una zona rural de Panchimalco.. / DEM


Un grupo de aproximadamente 20 sujetos llegó la noche del sábado para asesinar a tres personas en el caserío El Sillar, del cantón Amayón, de Panchimalco, a unos 31 kilómetros de San Salvador.

Por el tipo de carretera el lugar es de difícil acceso, hay que recorrer 12 kilómetros desde el casco urbano, sumado a eso, El Sillar es un punto limítrofe de las dos pandillas que operan en la zona.

Muy probablemente los homicidas se habrían enterado que Víctor Lorenzo Pérez Zepeda, de 23 años, había llegado a visitar a su madre y al no residir en el caserío lo perfilaron como un rival y decidieron asesinarlo con lujo de barbarie ya que en la escena las autoridades lo encontraron decapitado.

El joven según testigos estaba cerca de las 8:00 de la noche acarreando agua desde una cantarera cuando fue interceptado y llevado hasta la casa de su tía, María Luz Martínez Ramos, de 47 años; la mujer fue asesinada con arma de fuego, junto a su otro sobrino, José Jairo Pérez Gamero, a este último lo atacaron con arma blanca al igual que su primo Víctor Lorenzo.

El numeroso grupo de supuestos pandilleros llegó portando armas blancas y de fuego, tras asesinar a las tres personas sometieron al resto de parientes los despojaron de los teléfonos celulares para evitar que denunciaran la masacre, dos menores de edad lograron escapar de los homicidas, de lo contrario los hubiesen asesinado al igual que sus primos, dijeron vecinos.

Parientes informaron que los supuestos pandilleros se mantuvieron en la zona tras cometer el triple homicidio, ya que a eso de la 1:00 de la madrugada llegaron de nuevo a la escena para asegurarse que los dos primos y su tía estuvieran muertos.

Un oficial de la Policía Nacional Civil de Panchimalco, dijo que desconocen el móvil y no pueden asegurar que pandilleros hayan cometido el hecho, pero tampoco pueden descartarlo.

El jefe policial sostuvo que con la información recabada hasta ayer al mediodía no habían encontrado indicios de que los dos jóvenes asesinados tuvieron vínculos con alguna pandilla, la familia de las víctimas tampoco reportó a las autoridades que haya existido alguna amenaza sobre ellos.