Este juicio inició el pasado lunes y se tiene previsto finalice la próxima semana. / Wilson Urbina


Las autopsias realizadas a tres pandilleros y un jornalero revelan que fueron ejecutados, aseguró ayer la perito del Departamento de Patología, del Instituto de Medicina Legal (IML), Eda Romero.

La experta dijo que los disparos se hicieron a menos de un metro y a esa corta distancia generaron quemaduras en sus cuerpos, ya que cuando el proyectil salió del cañón de las armas, generó llamas que ocasionaron “lesiones atípicas”.

Detalló que esta atipicidad de las lesiones tiene características específicas de entrada y salida; los orificios de entrada son circulares con un área contundente y de quemadura y los de salida son más grandes, pero no tienen área de contusión.

Con el aporte de la perito forense, la Fiscalía General de la República asegura que se desvanece todo enfrentamiento, como la Policía Nacional Civil (PNC) lo planteó a un inicio y que en la vista pública lo sostiene la defensa.

“La misma evidencia, la misma prueba científica arroja que, definitivamente, ahí no existió un enfrentamiento policial, ahí lo que existió es una ejecución extrajudicial” sostuvo Guadalupe de Echeverría, jefa de la unidad fiscal especializada antipandillas y delitos de homicidio.

La fiscal asegura que los policías llegaron al lugar y ejecutaron a sus víctimas y fundamenta su acusación con esas lesiones atípicas que las autopsias revelan, ya que no son comunes en otros casos de homicidio que se han investigado.



La forense afirmó que en los cadáveres había esquirlas del cemento y que al no poder determinar, en un primer momento, cuáles eran las lesiones de entrada y salida a petición fiscal, se tuvo que hacer una reconstrucción balística forense para recrear cómo se hicieron los disparos.

Cuando la forense y los peritos en trayectoria balística hicieron esa reconstrucción, confirman que las víctimas fueron sometidas en el piso y las ejecutan de varios disparos y que muchos de ellos fueron efecto de rebote, la forense le llama “disparos lateralizados a una corta distancia”, y que si bien no hay residuos de pólvora en las lesiones se puede confirmar que fueron a una corta distancia por las quemaduras.

El IML hizo las autopsias de los pandilleros del barrio18, facción revolucionarios, Carlos Vladimir Nerio Andrade, Miguel Ángel Ponce López y Edwin Manuel Lemus Aldana y del jornalero, José Armando Díaz Valladares.

Este último tenía varias lesiones en el cráneo, oreja, región clavicular, tórax y abdomen, en cuanto a Edwin Manuel Lemus, la forense hizo una exposición detallando que las lesiones de arma de fuego las presentaba en el cuello tórax, brazos, cara, muslos y manos, incluso algunas lesiones habrían sido producidas cuando estaba acostado.

Las otras dos autopsias no se expusieron, pues presentaban las mismas características y el tribunal ya tenía ilustrado el panorama, hasta el momento de resolver las tomarán como prueba.