Autoridades buscaron evidencias en la escena del crimen.


Las autoridades fiscales y policiales comenzaron ayer a extraer los cadáveres de cinco personas que podrían ser los jóvenes que desaparecieron el pasado 25 de marzo en el municipio de Santo Tomás, al sur de San Salvador.

Los cuerpos fueron encontrados a eso de las 11:00 de la mañana del 2 de abril en el cantón Flor Amarilla, del referido municipio, desde el día que desaparecieron parientes denunciaron el hecho y comenzaron a buscarlos.

Pero trascendió que investigadores policiales bajo la coordinación de la Fiscalía General de la República, en las pesquisas realizadas habrían encontrado a una de las personas que participó en la privación de libertad y posterior homicidio y que a cambio de un criterio de oportunidad aceptó colaborar e informó del lugar donde los habían enterrado.

En la denuncia interpuesta se identificó a los desaparecidos como Gabriela Vanessa, Gerson Alexander, José A. Yimi Ernesto, de apellido Zaldaña; junto a Jesús Antonio, quien era sobrino de los cuatro hermanos.

El criteriado supuestamente ha informado que el vienes santo aproximadamente a las 7:00 de la noche interceptaron a las víctimas frente a la iglesia parroquial de Santo Tomás y bajo amenazas los trasladaron hasta el cantón Flor Amarilla, un sector alejado de la ciudad y difícil acceso.

Los jóvenes habían dicho a sus parientes que iban al santo entierro, pero al finalizar esa actividad religiosa ya no llegaron a su casa y fue como su familia informó a la Policía de la desaparición.

El pasado sábado cuando llegaron al cementerio clandestino pudieron confirmar la información que supuestamente les proporcionó el criteriado, una representante de la Fiscalía junto a investigadores observaron una mano y antebrazo de una de las víctimas.

Hasta el momento el Ministerio Público no ha proporcionado mayor información sobre la identidad de las personas, los cuerpos serán enviados al Instituto de Medicina Legal de San Salvador, para que se tomen muestras de sangre y practicar exámenes de ADN con el fin de comprobar científicamente si se trata de los cinco familiares que desaparecieron el pasado 25 de marzo.