Comadres y Fenastras llegaron a un acuerdo para reorganizar el archivo, el próximo lunes. / Jaqueline Villeda.

El Comité de Madres y Familiares de detenidos, desaparecidos y asesinados políticos de El Salvador Monseñor Óscar Arnulfo Romero (Comadres) iniciará este lunes la organización y archivo de documentación perteneciente a la época del conflicto armado, esto tras un acuerdo con la Federación Nacional Sindical de Trabajadores Salvadoreños (Fenastras) y en medio de un litigio por la propiedad que almacena dichos documentos.


Esta información fue proporcionada en torno al primer diálogo establecido entre Comadres y Fenastras, donde la Procuraduría para la Defensa de los Derechos Humanos (PDDH) sirvió de intermediario ante el conflicto de a quién en realidad pertenece el inmueble donde se estableció el comité de madres.




Ya tenemos ofrecimiento de diferentes instituciones para que bajo las normas archivísticas podamos comenzar a trabajar con técnicos especializados en el tema, así que estaríamos a la espera de que los planteamientos hechos esta mañana se vuelvan en favor no solamente de Comadres sino de las víctimas del conflicto armado, cuyos expedientes se encuentran en la casa de Co-Madres”, explicó la abogada de Comadres, Jayme Magaña.



El procurador adjunto de la PDDH, Levis Abarca, recordó que el litigio del inmueble se fundamenta en que, por una parte Fenastras asegura tener documentos legales que los respaldan como dueños de la propiedad, y por otra parte Comadres alega que fue por una donación de la Confederación de Sindicatos de Noruega (Lo-Noruega) hecha hacía el comité.




Para ser la primera mesa de diálogo podríamos decir que se han tomado acuerdos… y como ente colegiado que son ellos (Fenastras) tienen que llegar la moción de lo que hoy se ha hablado a la junta directiva para que haya un acuerdo, primero relacionado al traspaso del inmueble a favor de Comadres y la otra petición es constituir una comisión Fenastras, Comadres, y la PDDH como mediadora para el manejo inmediato de los archivos de lo que estamos hablando”, agregó Abarca.

El día jueves, Comadres explicó que en el año de 1988 cuando Lo-Noruega dona la propiedad, ellas no poseían la personería jurídica indispensable para adquirir la casa, sin embargo Fenastras, una federación amiga, prestó su personería jurídica comprometiéndose a firmar el traspaso del inmueble cuando obtuvieron la personería jurídica.


Comadres no ha tenido acceso a la casa desde el 2013, cuando obtuvieron dicho reconocimiento legal, y según el miembro de Fenastras, Orlando Mancía, la casa es propiedad legalmente de ellos.




Por lo tanto ellas alegan que es de ellas, pero hay un registró por el CNR, donde hace constar que la federación es la dueña de esa vivienda y por lo tal ellos quieren probar y hay instancias legales donde se puede comprobar todo eso”, expuso Mancía.



A pesar de la situación, Mancía señaló que como Fenastras están dispuestos a colaborar, indicando que “todo ha sido un mal entendido”, y asegurando que están en la buena disposición de “colaborar” con las madres del comité.



Aporte de Comadres


Este comité surge en los años 70, durante los inicios de la guerra civil en El Salvador, desde ese entonces y según su historia, han apoyado a madres en la búsqueda de sus hijos desaparecidos durante dicho periodo, además han brindado atención psicosocial y también aportan en apoyo documental a través de los archivos que se almacenaron entre 1975 y 1992.


A pesar de no poseer su local desde 2013, ha continuado funcionando, como explicó la encargada general de Comadres, Blanca García, en la colonia Centroamérica donde trabajan junto a otros dos comités en un mismo lugar, de esta manera aseguran haber apoyado a más de 1,200 madres desde el inicio de función de la entidad.


Magaña indicó que se espera que la otra semana pueda resolver el problema y llegar a un “feliz término”, además tanto la abogada de Comadres como la PDDH reconocieron la “buena voluntad”, de Fenastras por abrir un espacio para conservar y archivar los documentos así como tener una apertura al diálogo.