El metal de las armas servirá para financiar fundaciones de sobrevivientes de guerra y asociaciones de mujeres. / DEM


Un total de 1,256 armas de fuego fueron destruidas ayer por el Ministerio de la Defensa Nacional y la Fiscalía General de la República (FGR) por órdenes judiciales, ya que dichos instrumentos fueron decomisados por cometerse faltas graves a la ley con ellos.

Douglas Rivas, director de logística de la Defensa Nacional informó que la destrucción de dichas armas se hizo con el objetivo de disminuir la violencia que se origina en las comunidades a través del uso de armas ilegales en el país.

Rivas agregó que “como cumplimiento a la ley el Ministerio de la Defensa seleccionó y recolectó cada una de las armas mediante las unidades militares, como por ejemplo: las armas de guerra que son prohibidas desde hace año y algunas que fueron abandonadas y encontradas por nuestras instituciones de seguridad”.

Por su parte, el fiscal Ricardo Cruz indicó que la Fiscalía General remitió estas armas al Ministerio de la Defensa, debido a que se determinó si dichos instrumentos se utilizaron en un delito, porque a las personas que se les incautó el arma no demostraron si era legal o no; agregó que, los jueces pueden ordenar la destrucción de las mismas porque nadie las reclama en el caso de que hayan sido robadas.

Durante el procedimiento de fundición del material metálico, la entidad reportó la destrucción de 828 armas cortas, 283 armas largas y 145 artesanales, de las cuales 861 estaban registradas y 395 no tenían permisos de circulación.

Asimismo, la organización Red de Sobrevivientes de la Guerra Civil y la Fundación de Estudios para la Aplicación del Derecho (Fespad) aseguraron que a través del programa “Humanium Metal” reutilizarán el hierro fundido de las armas para convertirlo en relojes, pulseras y otros productos. El metal será enviado a Suiza para convertirlo en relojes y venderlos para obtener ingresos y beneficiar a sobrevivientes de la guerra y organizaciones de mujeres.