El Día de la Cruz es una celebración religiosa que marca la etapa de cultivos que son regalados por la madre tierra a raíz de la lluvia del mes de mayo, según la comunidad indígena.

En El Salvador, la mayoría de feligreses católicos celebran con fervor esta festividad y Panchimalco no es la excepción.

Con un silbido muy peculiar que sale de una flauta, este municipio anuncia la llegada del Día de la Cruz y es ahí cuando también salen a bailar los Historiantes de Panchimalco, conformados por un grupo de hombres,mujeres y niños que dan vida a una de las expresiones folklóricas más conocidas en nuestro país.

En este baile se necesitan hombres y mujeres divididos en dos bandos, representando a los cristianos y los moros; sus vestimentas son muy coloridas: para los cristianos adornadas de flores y los moros, con figuras de animales y monedas.

Al llegar a la parroquia Santa Cruz de Roma, sus alrededores se llenan de gente que vende la famosa cruz de jiote que los feligreses acompañan con adornos y las tradicionales frutas, como los coyoles, mangos, paternas, entre otras.

Pero la tradición de la cruz no solo se celebra en los pueblos y ciudades del redondo nacional, sino también en la mayoría de centros de estudio. Tal es el caso del Instituto General Francisco Menéndez en donde los estudiantes elaboran alfombras y altares en honor al Día de la Cruz.