Menciona que fue nombrado director de dicho penal en julio de 2011, pero fue trasladado hacia el reclusorio de San Vicente, el 23 de marzo de 2012 por petición expresa que hizo Raúl Mijango, al director general de Centros Penales por negarse a permitir ilegalidades en favor de la pandilla 18 revolucionaria.
Señala que desde “Zacatraz” enviaron a dos cabecillas de la 18 sin seguir los procedimientos de ley, pero que al consultar a Rodríguez Villeda, le respondió que los recibiera porque ya estaba coordinado por la Dirección General de Centros Penales, y que era una orden.
Manifiesta que Raúl Mijango y Roberto Díaz, llegaron como “dos o tres veces” a reunirse con ellos y que de esas reuniones participaron otros ocho pandilleros escogidos por los dos cabecillas trasladados desde “Zacatraz”.
Por orden de Anilber Eduviges Rodríguez Villeda, Mijango y Díaz, no se sometían a los registros y que por eso no se podía conocer lo que ingresaban, pero al finalizar una de las reuniones antes de llevarlos a las celdas registraron a los dos cabecillas y les hallaron cajetillas de cigarros y tres celulares, por lo que se comunicó con Rodríguez Villeda, quien le ordenó que se los dejara.
El testigo ha dicho a la Fiscalía que Raúl Mijango, una vez cuando salía de visitar a los cabecillas que habían llegado de Zacatecoluca, comentó que iban a pedir que lo quitaran de director del penal de Quezaltepeque; ese mismo día fue llamado por el entonces director general de Centros Penales, Nelson Rauda, quien le expresó que estaba siendo desleal al proceso de la tregua y que por eso el hombre, refiriéndose al ministro, había ordenado que lo trasfirieran, enviándolo al penal de San Vicente. Refiere que muchos de sus compañeros fueron despedidos ya que probablemente les atribuyeron los objetos ilícitos que fueron ingresados a los penales. Agrega que la tregua no favoreció más que a los mismos pandilleros.
21 acusados
Que desde ayer enfrentan la audiencia preliminar en el Juzgado Especializado de Instrucción “A”.