Habitantes del mesón Apolo. Foto: Diego García


Desesperados, al igual que muchas otras familias en el país, afectadas por la pandemia del coronavirus, se encuentran habitantes del mesón Apolo, ubicado en el Centro Histórico de San Salvador.

Manifiestan que son 14 familias las que residen en el lugar y que ya no tienen alimentos para subsistir, debido a que por la emergencia que se vive, no han podido salir a trabajar y llevar comida a sus casas.

"No estamos pidiendo gran cosa, solamente para subsistir un par de días. No estamos pidiendo dinero no, comida", dijo Armando García.

Aseguran que la mayoría laboran como vendedores ambulantes y que la preocupación que tienen actualmente es por los más pequeños de casa.

"Hay niños que están necesitando, uno de adulto aguanta, pero los niños no aguantan mucho. No es oposición, no es contradicción sino que es una realidad. El decir quédense en casas es una siempre palabra porque la gente no sale, tal vez no sale por temor, no es que no salga por necesidad porque no tiene necesidad y si nos quedamos toda la vida en casa, podemos morir de hambre, no del coronavirus sino que de hambre o se mueren niños", advirtió Salvador Orellana.



 

Dicen la necesidad de comida los obligó a pedir alimentos en el mercado central, pero que ya no les regalan porque los vendedores también se han visto afectados por la pandemia.



Esta semana salieron a la luz casos de familias en diferentes zonas del país que han solicitado ayuda colocando banderas o pancartas en sus casas. Ayer, la ayuda llegó a la colonia Altavista, en la zona de Tonacatepeque, y a los residentes del mesón #201, en el barrio Modelo de San Salvador, por parte del gobierno y la alcaldía de San Salvador, que entregaron bolsas de alimentos.

El gobierno anunció que distribuirán 2.7 millones de canastas a las familias afectadas en todo el país.