“Digan a mis muchachos que los espero en el paraíso”, dijo en su tiempo San Juan Bosco, a quien cientos de jóvenes católicos celebraron su solemnidad este viernes en la parroquia María Auxiliadora, ubicada en el barrio San Miguelito, en San Salvador.
Con la tradicional procesión, acompañando la figura de quien es conocido como el “padre y maestro de la juventud”, los feligreses católicos recordaron este 31 de enero al fundador de la gran obra salesiana, quien entregó su vida al servicio de los jóvenes más necesitados, enseñándoles diferentes oficios a través de sus oratorios, al mismo tiempo que acogió a aquellos que no tenían hogar, brindándoles un lugar en el que pudieran fortalecer su fe y a la vez formarse y divertirse.
“Don Bosco cambió mi vida entera, sembró en mi la vocación del servicio a los jóvenes y por el prójimo en general, hizo crecer el amor en María Auxiliadora”, afirmó David Sandoval, del Movimiento Juvenil Salesiano de la parroquia.
La misa de este viernes fue presidida por el arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, quien concelebró junto al párroco del templo María Auxiliadora, el padre Manuel Solano.
La procesión contó además con la participación de la Banda CEDES Don Bosco, quienes viajaron desde Costa Rica para presentarse durante esta semana en las “Noches con Don Bosco”, y este día durante la celebración.
“Es un modelo de Cristiano que desde el trabajo sabe orar y desde la templanza sabe escuchar”, dijo Samantha Lima, quien estuvo presente en la celebración.
Durante el evento, algunos decidieron vestirse de oratorianos para la ocasión, mientras que otros quisieron hacer honor a Don Bosco utilizando la sotana y el bonete que lo caracterizan.
“Un hombre de fe y alegría que creyó en los jóvenes como parte fundamental de la Sociedad”, aseguró Eunice Luna al final de la celebración.