El juez únicamente halló suficientes elementos incriminatorios contra Jorge Antonio Miranda Hernández, a quien le impuso 32 años por nueve delitos de uso y tenencia de documentos falsos; Ángel Romero Montenegro, ocho años por hurto agravado; Rodrigo Josué Mejía Urrutia, a cinco años y seis meses por encubrimiento en el delito de robo agravado, mientras que César Adonay Ponce Lucha y Heriberto Alfonso Álvarez Argueta, pasarán 12 años de prisión por robo agravado.
La investigación fiscal determinó que la red, a través de llamadas telefónicas y redes sociales, se contactaba con sus clientes quienes pedían el tipo y modelo de vehículo. Algunos de los investigados son importadores de vehículos autorizados, quienes ingresaban carros chatarra y sustituían las piezas con los carros que la banda había robado.
Cuando los cazadores robaban o hurtaban los automotores los llevaban a lugares específicos donde suplantaban las placas originales por extranjeras y falsificaban los documentos de tránsito y compraventa, sumado a eso se ponían de acuerdo con algunos dueños de carros para simular robos y luego cobrar a las aseguradoras, convirtiéndose en un claro delito de estafa.
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Los imputados que aparecían como integrantes de la red transnacional, pero solo cinco fueron condenados.