Una imagen de archivo del deslave en Las Colinas, en Santa Tecla.


Hoy se conmemoran 18 años del último gran terremoto sufrido en El Salvador. El 13 de Enero del 2001, un potente sismo de 7.7 grados en la escala de Richter estremeció todo el territorio nacional y los vecinos centroamericanos, dejando una huella de muerte y destrucción.

El sí­mbolo de la tragedia resultó ser la colonia Las Colinas, en Santa Tecla, donde un un deslave proveniente de la Cordillera del Bálsamo sepultó cerca de 200 casas y a cientos de sus residentes. Ahí se contabilizaron al menos 536 personas fallecidas, tras el sismo ocurrido a las 11:33 a.m. de aquel sábado.

En total, unas 944 personas perdieron la vida en diferentes circunstancias. Otro de los sitios emblemáticos gravemente afectados fue la vía cercana al turicentro Los Chorros, en Colón, que quedó ompletamente sepultado por otro desprendimiento de tierra y donde perecieron varias personas. La carretera a Comasagua también quedó llena de derrumbes y en la zona murieron decenas de personas.

Según cifras oficiales, 125 personas fueron reportadas como desaparecidas y se registraron un total de 1,364,160 damnificados.