El testigo reconoció a los procesados. / DEM


La madrugada del 28 de agosto de 2017, un joven fue vapuleado y estrangulado por cinco pandilleros en la colonia Nicaragua y el único testigo de ese caso fue asesinado después, al quedar sin ninguna protección, ya que la Fiscalía, tras recibir su testimonio y ocuparlo en un reconocimiento de personas, solo le otorgó la Clave Marina.

En la audiencia preliminar el Ministerio Público se limitó a decirle que “Clave Marina” está muerto, pero que el caso lo tienen asegurado con el anticipo de prueba, es decir, la declaración que rindió antes de ser asesinado, pero el juez Primero de Instrucción de San Salvador, ordenó que se investigue ese hecho.

El testigo observó cuando cinco pandilleros enviados a juicio llevaban a un joven de complexión delgada, lo iban golpeando y dándole patadas, al ver esas escenas se atemorizó e ingresó a su casa.

Horas después hallaron el cadáver y en los investigadores del caso llegaron hasta él y les contó lo ocurrido, desde ese momento pasó a ser testigo, pero no recibió ninguna protección. Con los días apareció muerto, pero ya había rendido su testimonio y reconocido a los cinco pandilleros que habían participado en el homicidio de William Ramírez, de 21 años, de Panchimalco.