Las imágenes fueron recogidas el 27 y llevadas a la iglesia. / Wilson Urbina


Frente a la parroquia de los Santos Niños Inocentes, en Antiguo Cuscatlán, María del Carmen Noches, madre y vendedora, esperaba la partida de la procesión para llevar en manos una imagen del niño Dios, en muestra de gratitud.

“Mi hijo estuviera muerto y está vivo por la voluntad de Dios, de un accidente; mi petición es que quede bien de su manita”, aseguró Noches. Ella afirmó que su problema fue resuelto gracias a la ayuda de Dios y el milagro que concedió a su hijo.

Relató que desde los 7 años de edad asiste a los festejos para comercializar reliquias rosarios, escapularios, velitas y “espigas de bendición del hogar”, pero este milagro la llevó a asistir con su “niño inocente” con más fervor.

Paola Abrego servidora de la Pastoral Juvenil dijo que “A varios niños (imágenes) los traen por alguna petición o por algún agradecimiento de un favor recibido. Se reciben todos los 27 de diciembre y se los llevan hoy, que salen en una procesión con Santa Juana que es como la madre de todos estos niños”.

Los alrededores de la iglesia estaban abarrotados, las personas esperaban que iniciara la procesión, mientras que dentro de la iglesia niños, niñas, adolescentes y adultos rezaban esperando la salida de Santa Juana.

Aunque la mayoría de las peticiones se realizan a nivel familiar , Ivo Mota, un fiel católico, afirmó que el milagro que siempre piden como familia es que sus hijos tengan un país donde se pueda vivir, que este pueda proporcionar una vida mejor para los jóvenes.

Con distintos tamaños de imágenes, con colores de vestimenta diferente,altares, grandes y pequeños presentados en carritos, sillas de ruedas, canastas y almohadas salieron a la procesión a las diferentes calles de Antiguo Cuscatlán.

Oscar López, párroco de la iglesia indicó que en 2016 llevaron 280 imágenes mientras que en este 2017, la feligresía presentó a 520 imágenes.

La tradición recuerda la matanza ordenada por el rey Herodes en busca del niño Jesús recién nacido, a quien los reyes magos habían anunciado como el Mesías.