Familiares llegaron, ayer, a la subdelegación de Tránsito. /DEM


Hasta ayer tarde, los tres militares vinculados con la muerte de los seis sacerdotes Jesuitas, continuaban guardando prisión en las bartolinas de la Subdirección de Tránsito Terrestre, en la capital.

Supuestamente la notificación que los dejaría libres no había sido redactada ni firmada por los magistrados y, por lo consiguiente, el juez Primero de Paz, no envió la carta de libertad, a la Subdirección de Tránsito Terrestre, de la PNC, donde guardan prisión desde el pasado 5 de febrero.

Como se informó, el pasado miércoles, la Corte Suprema de Justicia, CSJ, resolvió que el sargento Antonio Ramiro Ávalos Vargas, el subsargento Tomás Zarpate Castillo y el cabo Angel Pérez Vásquez, fueran dejados en libertad, tras el argumento que no podían ser juzgados dos veces

Familiares llegaron en horas de la mañana a las instalaciones policiales a esperar la salida de sus parientes; sin embargo, los abogados que llevarían la orden de libertad, no se presentaron.

Se explicó que si bien los magistrados en pleno acordaron que no fueran extraditados, ayer faltaba que firmaran la resolución del voto concurrente, o disidente.

Cuatro militares guardan prisión, desde el pasado 5 de febrero del presente año, en esa unidad policial, cuando fueron capturados tras una solicitud del juez español Eloy Velásquez. La solicitud de captura, estaba dirigida en contra de 17 imputados.

Por el momento, solamente el coronel Guillermo Benavides continuará preso a la orden del Juzgado Cuarto de Instrucción de San Salvador, por orden de la CSJ.

“Desde el día que tomaron la resolución los detenidos ya no tenían porqué estar aquí (en la unidad policial) ya esto, es incluso ilegal”, dijo el hijo del subsargento Zarpate.