“Es un reflejo importante de que ha habido consistencia en las políticas, en los programas y también en la conciencia que hacen en la ciudadanía, es que vamos a tener una disminución de matrícula de 10,000 estudiantes, es decir, seis mil menos que el año pasado, todavía”, dijo ayer Francisco Castaneda, viceministro de Educación.
Según el funcionario el fenómeno ha venido decreciendo en los últimos años y los compara con el año 2016, cuando el Mined cerró su matrícula con 32,000 estudiantes desertores y posteriormente en 2017 cuando desertaron 17,000 estudiantes. Este último año ha sido la cifra más baja hasta el momento.
El funcionario también aseguró que este año ningún estudiante ha sido asesinado en todo el país y a principios del año solo registraron siete casos de maestros que pidieron traslado de escuelas, por amenazas.
Sin embargo el 23 de abril pasado fue asesinado Flair Galdámez, de 16 años de edad, quien estudiaba en el Instituto Nacional Joaquín Ernesto Cárdenas (Injecar) de San Miguel. El joven fue asesinado en la colonia Los Ángeles, cerca de su centro de estudios y fue atacado al salir de la institución.
“Este año solo atendimos, al inicio del año escolar, solo tuvimos siete casos que pidieron traslado comprobado, porque hay un protocolo de actuación con la policía y fiscalía cuando hay manifestación de riesgo”, aseveró el funcionario.
Un informe de Save the Children señaló, este año, que el desplazamiento forzado agrava la deserción escolar y según las estadísticas que manejaron la escolarización en niños y adolescentes pasó del 10.1 al 18.4 % debido a los éxodos que sufre la población, especialmente, la infancia. Save the Children explica que cuando un niño se va a otro sector no llega a inscribirse a una escuela.