Camila murió de múltiples lesiones, principalmente en la cabeza, el 9 de abril. / DEM


La Fiscalía General de la República, a través de la unidad de delitos relativos a la niñez, adolescencia y mujer, en su relación familiar, determinó que la muerte de Camila, quien cayó de una rueda en el colegio Corazón de María, en San Salvador, fue un accidente.

“Nosotros con base en toda la investigación que hemos recopilado hemos determinado que ha sido un accidente y comentarles que Fiscalía General de la República de forma oportuna, de forma mediata les brindó la asistencia sicológica a los ofendidos, en este caso los padres de las víctimas”, dijo ayer el fiscal Federico Gómez, quien presentó la acusación.

La fiscalía acusó a Ernesto Rosales, dueño de las ruedas; Delia de Cornejo, directora del colegio y Denys de Rodríguez, profesora de la institución; los tres por los delitos de homicidio culposo y lesiones culposas en el juzgado Séptimo de Paz.

La Fiscalía pidió al juzgado se les procese bajo medidas alternas a la detención

En ese hecho ocurrió el pasado 9 de abril, donde Camila, de tercer grado, murió al caerse de una “chicago”, uno de los juegos mecánicos que habían sido instalados en el colegio; otra menor resultó herida.

El Ministerio Público dice que durante la fase de investigación entrevistó a unas 20 personas como testigos y se hicieron pruebas técnicas científicas para deducir responsabilidades y acusar por los delitos culposos.

En las pesquisas se determinó que hubo una mala manipulación de la rueda de donde cayeron las menores; los entrevistados de forma tajante han señalado como responsables a los tres imputados.

La Fiscalía General solo acusó a los tres imputados por la vía penal y señaló que serán los acusadores particulares, que representan a las familias de las víctimas, quienes iniciarán la acción civil para exigir una responsabilidad monetaria en el proceso ya iniciado.