La gente que andaba ayer en las calles dijo que era por necesidad. / DEM


El Salvador, acumuló ayer el tercer domingo en cuarentena domiciliar, pero pese a la medida obligatoria del gobierno, en el centro histórico de San Salvador se observa bastante gente transitando.

Cada una de las personas justifica la salida de casa y dicen que son los designados para hacerlo porque en sus familias se han unido a ese gran esfuerzo colectivo y se han confinado como una medida clave para contrarrestar el Coronavirus.

Parques y plazas siguen cerradas, las acostumbradas ventas de las Calles Arce y Rubén Darío están acordonadas con cinta amarilla, solo se observa a los agentes policiales custodiando dichas arterias completamente desoladas.

Las personas que se ven caminar por las calles principales de la capital dicen que van del supermercado y otras han salido de los bancos donde fueron a retirar el subsidio de $300 que el gobierno les ha otorgado.

En el mercado central las vendedoras de frutas, verduras y cereales están en sus puestos regulados por las autoridades para evitar las aglomeraciones, todas se quejan de lo poco que están vendiendo, pero conformes con lo poco que están ganando y sobre todo porque en estos días son parte del selecto grupo que pueden salir de casa y contribuir a que las familias puedan adquirir los productos necesarios de la canasta básica.

En otros municipios del área metropolitana, se observó también bastante gente transitando y las unidades de transportes completas con el mínimo de pasajeros ordenado por las autoridades.