Una nueva polémica se originó ayer entre la ministra de Salud, Ana Orellana, y el alcalde de San Miguel, Miguel Pereira, por las reparaciones que se deben hacer para evitar las inundaciones en el hospital San Juan de Dios de San Miguel.
“El 80 % del problema es externo... acabamos de revisar la planificación y nos hemos dado cuenta que alrededor del hospital no hay tragantes...entonces el desagüe que tiene el hospital hay que hacerle mejoras, no hay que cambiarlo totalmente, tiene un reflujo negativo porque el flujo es tan grande que no permite la salida del agua del hospital, entonces el agua se regresa y la inundación es en planta baja”, explicó ayer la ministra Orellana.
La funcionaria señaló que la alcaldía municipal tiene que ver en el problema; sin embargo, el jefe edilicio, Miguel Pereira dijo que no es su competencia, pero señaló que se puede firmar un convenio “si no tiene suficientes fondos”.
“Mal asesorada (está) la ministra de salud; no es culpa del alcalde que se inunde el hospital, ahí no son drenajes a orillas de la calle, es la reparación total del techo lo que urge. La señora ministra si no tiene suficientes fondos le ayudo con gusto”, dijo Pereira.
La ministra dijo que hay un convenio de la alcaldía con el Ministerio de Obras Públicas (MOP) con el que se pueden hacer las obras de drenaje, pero el alcalde manifestó que ese convenio es para el río Grande y no para el hospital.
La ministra, junto a un equipo del MOP, hizo una inspección en el hospital, a fin de establecer qué salida darán al agua lluvia que inunda el nosocomio.
“A primera vista la tubería de aguas lluvias es muy pequeña para la cantidad de agua que genera una tormenta, la falta de tragantes y desde luego habrá que evaluar el techo”, concluyó Francisco Alvarado, representante del MOP.
La lluvia de 15 minutos del pasado sábado inundó el auditorio del hospital y la parte baja del nosocomio.