Ayer se celebró el noveno día de vista pública contra el expresidente Saca y varios exfuncionarios. / DEM


Durante la administración del expresidente Elías Antonio Saca, en el Banco Cuscatlán ingresaban y salían millones de dólares mediante extrañas transacciones que los empleados de esa institución financiera sabían que no eran normales, pero por orden de la Presidencia, a cargo de Mauricio Samayoa, se les daba un trato especial, según lo confirmaron ayer cuatro testigos.

Ayer, en el noveno día de vista pública, la Fiscalía General de la República presentó la declaración de dos cajeras, la exsecretaria de la Presidencia del referido banco y una subgerente de agencia.

En la confesión rendida el pasado 9 de agosto, Saca dijo que hubo un pacto con ese banco para que se les diera un tratamiento preferencial y que no se identificara a las personas que realizaban transacciones.

La exsecretaria de Samayoa dijo que entre sus funciones estaban atender clientes y ayudar en las transacciones que llegaba realizar el asistente del Departamento Financiero de Casa Presidencial Pablo Gómez entre los años 2004-2005.

La testigo mencionó que cuando Gómez llegaba se le daban todas las facilidades para que depositara dinero y cobrara cheques y que llegaba al menos cuatro veces al mes; pero otra de las testigos manifestó que el empleado de la Presidencia de la República era un usuario frecuente, pues lo hacía hasta cuatro veces a la semana.

Mencionaron que Samayoa había informado que Gómez iba estar llegando a cobrar cheques. La defensa del único imputado procesado en un juicio ordinario, dijo que él solo cumplía con las órdenes de realizar dichas operaciones bancarias.

 

Operaciones raras

En el testimonio rendido ante los jueces del Tribunal Segundo de Sentencia se detalló que en una ocasión la Oficial de Cumplimiento activó los procedimientos para que se emitiera un Reporte de Operaciones Sospechosas (ROS), porque detectó lo que ella denominó “operación rara” y solicitó hablar con el entonces presidente del banco Mauricio Samayoa.

Pero la entonces secretaria de la Presidencia del banco le hizo llegar un correo electrónico en el cual le informó que por instrucciones de Samayoa ese ROS debía obviarse y a partir de ese momento se dejó un presente para no generar ningún reporte. Uno de los fiscales explicó que hay indicios de que a nivel de presidencias de la República y del Banco Cuscatlán, existió un convenio para que no se reportaran.