Este viernes se reanudó la vista pública en contra de tres agentes de la Policía Nacional Civil (PNC), procesados por el homicidio de Camila Díaz Córdova, una mujer trans que supuestamente murió por una paliza de los imputados, el 3 de febrero del año 2019.

El juicio comenzó el pasado 16 de julio, pero se suspendió a petición de la Fiscalía debido a que el principal testigo del caso estaba con problemas de salud y no podía llegar a rendir su declaración.

El testigo supuestamente observó cuando los imputados golpearon a Camila y con su testimonio la Fiscalía pretende probar que fue un homicidio y no un accidente de tránsito como la defensa ha argumentado desde la fase inicial del proceso.

Los abogados defensores han dicho que Camila en estado de ebriedad se le lanzó a un vehículo y que por eso presentaba múltiples golpes, pero un estudio presentado por un patólogo forense establece que existe la posibilidad de que la víctima fue lanzada desde un vehículo en marcha, según los golpes que presentaba.

Este hecho ocurrió 31 de enero de 2019, cuando Camila fue interceptada por los policías tras una llamada al 911 donde se se informó que Camila estaba ocasionando desórdenes en la 23a. Avenida de San Salvador, a eso de las 3:00 de la madrugada.

De ese lugar se la habría llevado hasta dejarla con múltiples golpes en el kilómetro cinco y medio del bulevar Constitución, en San Salvador, y de esa dirección la trasladaron al hospital Rosales donde murió tres días después.

La Fiscalía pretende que el Tribunal Primero de Sentencia de San Salvador condene a los agentes Carlos Valentín Rosales Carpio, Jaime Geovany Mendoza Rivas y Luis Alfredo Avelar Sandoval, por homicidio con el agravante de abuso de superioridad.