Luna dice que no hay comunicación telefónica, pero se hacen señas. / DEM


Desde ayer, 16 mil pandilleros recluidos en siete penitenciarías han quedado en encierro total, una medida que se une a la decretada el domingo cuando los miembros de la pandilla 18 y MS-13 fueron mezclados en las misma celdas.

El director de Centros Penales, Osiris Luna, dijo ayer en el complejo penitenciario de Izalco, Sonsonate, que cada celda ha sido sellada para bloquear todo tipo de comunicación entre los integrantes de esas estructuras.

Las acciones fueron ordenadas la noche del pasado viernes por el presidente de la República, Nayib Bukele, a raíz del incremento de homicidios que ha llevado a convertir el 24 y 26 de abril como los días más violento desde que inició su administración; el pasado viernes hubo 23 casos y el domingo 24, mientras que el sábado se registraron 13. En los tres días fueron asesinadas 60 personas.

“No es posible que en medio de una pandemia, no se ha escatimado acciones para atentar en contra de los ciudadanos salvadoreños honrados. Todas las estructuras delincuenciales tendrán un régimen similar al de Zacatecoluca”, dijo Luna. El encierro total similar al de “Zacatraz” es de carácter indefinido, “ya no se podrá ver hacia afuera de la celda, esto evita que puedan comunicarse con señas hacia los pasillos” publicó en su cuenta oficial de Twitter el presidente Bukele.

El mandatario ha advertido que todos los cabecillas de la MS-13 y las dos facciones de la 18 que sean detenidos van ir directamente a las celdas de los siete centros penales y todo aquel que ponga resistencia será abatido con fuerza proporcional y posiblemente letal.

La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) externó ayer su preocupación, por considerar que con dicha medida se pone en riesgo los derechos de los privados de libertad.