Las estrategias y tácticas juegan un rol relevante en el ejercicio del poder. En los movimientos tácticos, el objetivo es obtener resultados inmediatos de control, para ostentar la real dimensión de poder político; y a la vez, diseñar las mejores jugadas que se deben aplicar en el manejo de los hilos del poder.

La política es un juego de sumas y restas, de divisiones y multiplicaciones. Un buen político es quien sabe sumar y multiplicar. Hay que tomar en cuenta el contexto y la coyuntura en la que se ejerce la administración del Estado, es una combinación de factores contrarios y contradictorios, que generan relaciones estructuradas, en cuanto al alcance y resultado de las acciones políticas.

El juego de la política es apasionante, debido a que en el ejercicio del poder existen muchas variantes, lo cual requiere de mucha imaginación e inteligencia política para lograr el éxito. Las reglas del poder son las mismas; es decir, que no cambian, lo que cambia es el estilo y la forma de gobernar. El truco consiste en hacer creer a los ciudadanos que los gobernantes tienen las mismas aspiraciones de ellos; es decir, una nueva forma de hacer política y hacer de la gestión administrativa del Estado un instrumento del bien común, solidaridad y apoyo a la institucionalidad.

Entender cómo funciona el poder respecto a sus límites y alcances nos ilustra como despejar una ecuación matemática, para descifrar la incógnita que explica el valor de cada uno de los actores políticos. La diversidad de gobiernos funcionan en forma parecida, aun cuando en política se maniobra con la “duda fingida” de alcanzar objetivos, apuntando a una cosa y conseguir otra; es decir, saber promover estrategias para lograr éxitos en un entorno enigmático y complejo.

Entender las tácticas coloca al agente político en una posición de aprovechar los errores del oponente y evitar cometer errores propios puesto que se convierten en puntos débiles y objetivos de ataque para que el oponente haga uso de ellos en su contra.

Los consejeros estratégicos del más alto nivel y en escenarios críticos tienen la capacidad para identificar e interpretar los activos y pasivos de la gestión de gobierno, asimismo calibrar los riesgos de la administración del Estado, en eso consisten precisamente los servicios de consejería. Los anillos del poder son de distinto material y tamaño y su estructura es diferente y diversa; en consecuencia, aparentemente el estilo es diferente. Los círculos del poder son niveles que se van encimando uno sobre otros, como capas de una cebolla.

Sabios consejos de viejos políticos señalan: 1) Que para despejar la ecuación del poder, el factor esencial son las negociaciones políticas de varias bandas, porque los intereses se relacionan entre sí, y permiten encontrar acuerdos para administrar el Estado; 2) También señalan que en política se juega fuerte y en serio, corriendo todo tipo de riesgos, en los cuales surgen intereses en ocasiones por la falta de examen y rendición de cuentas, adquieren el matiz de no claros, lo que vemos son realidades perceptivas diferentes, paralelas que permiten confundir qué personas están detrás del poder; es decir, qué mentes construyen la realidad combinada.

El poder político no es tanto un objeto de conocimiento lógico, como de conocimiento histórico, para interpretar los hechos, actos y circunstancias que se expresan al interior del Estado y que tienen efectos fuera del mismo.

Todo problema político es de poder, es la pugna en primera fase del recomodamiento para quitar políticos anquilosados en las estructuras del Estado, los cuales forman el poder burocrático. La política sirve para hacer cambiar las cosas que hay que cambiar, pero implementando estrategias en la construcción de futuros escenarios, los cuales tratan de representar lo que puede suceder, para ello hay que analizar el futuro, en base de lo que tenemos en el presente, lo cual requiere aprender a comprender el futuro, para hacerlo realidad, puesto que en política las cosas son como son y el porqué de las cosas deben sustentarse en mecanismos de fondo que articulen el poder. El poder puro, se niega asimismo, no cambia su naturaleza.