El próximo martes 8 de noviembre serán las elecciones presidenciales en los Estados Unidos de América. Dos días antes, el domingo 6 de noviembre, se realizarán otras elecciones presidenciales en la región.

Hoy, reflexionaremos sobre el segundo país, a partir de la llamada Nica Act, como se conoce a la Ley de Condicionalidad de Inversiones para serle aplicada a Nicaragua, aprobada por la totalidad de la Cámara de Representantes de los Estados Unidos el pasado 24 de septiembre, y solo aguarda por la aprobación del Senado. Se trata de impedir que dineros públicos de los Estados Unidos, a través de Instituciones financieras internacionales como el Banco Mundial, el Interamericano de Desarrollo, financien proyectos o deuda de Nicaragua, en tanto no se aclare el panorama político que pone en duda el funcionamiento del sistema democrático del país.

Iniciamos este escrito a partir del último, pero el más significativo de los hechos que evidencia la entronización de un régimen autocrático sustentado en el control familiar de la cosa pública. En esta oportunidad se presenta un solo candidato presidencial, Daniel Ortega Saavedra, con la particularidad que lleva como vicepresidente a Rosario Murillo, su esposa.

Por séptima vez Ortega compite para tal investidura; la primera fue en 1984, cuando gobernó hasta 1990 derrotado por la guerra, la hiperinflación, la corrupción y la insostenibilidad de un proceso revolucionario marxista. Ese fue el año en que perdió ante Violeta Barrios de Chamorro al frente de una coalición de partidos denominada Unión Nacional Opositora (UNO).

Lo cierto es que desde 2006 la familia Ortega Murillo gobierna sin control institucional a Nicaragua; neutralizó el Poder Judicial, el Consejo Supremo Electoral y finalmente la Asamblea Nacional. Fueron pasos calculados, cumpliéndose por etapas, hasta llegar al dominio total legislativo, cuando en el 2013 por una decisión administrativa del CSE, removió de su investidura al diputado Agustín Jarquín Anaya, alegando que el cargo le pertenecía al FSLN y no a la persona; y posteriormente la Corte Suprema de Justicia despojó de su investidura a 24 diputados del Partido Liberal Independiente, resolviendo una antigua disputa interna que había sido elevada a su consulta

Ante las arbitrariedades y violaciones a la ley, la oposición ha decidido no participar en la farsa electoral. De modo que, un candidato, una elección un resultado previsto. La sumatoria de estas manifestaciones continuas en el tiempo y progresivas, fue lo que provocó la Nica Act., de la que hablamos al inicio.

El apoyo económico de Venezuela a Nicaragua ha sido definitivo a través de ALBA, y la creación de la empresa binacional Albanisa en 2007. Al día de hoy, es inauditable su capital administrado por un holding privado que monopoliza la distribución, importación y exportación de alimentos, posee institutos financieros, mataderos, fincas, transporte, depósito de combustibles, hoteles, construcción, distribución de gas, estaciones de gasolinas, medios de comunicación, y una refinería (paralizada su obra); holding perteneciente, en su totalidad, a la familia Ortega-Murillo.

Este capital no programado llegado de Venezuela, sin posibilidad o intención de retorno, hizo que el sector privado participara de este boom económico en turismo, urbanismo, industria agropecuaria, servicios, telefonía; al punto que Nicaragua es, en la actualidad, un destino turístico que compite con la República Dominicana o Guatemala. Algo de voltear al otro lado en cuanto al manejo del Estado de Derecho y la probidad del gobierno mientras se expandían las ganancias e inversiones, tuvo que ver con la actual situación institucional que hoy comienza, como en los tiempos de Somoza, a amenazarlos.

Nicaragua no solo es tierra de lagos y volcanes, sino de poetas, músicos y escritores, rico en historia, libertario, con hombres y mujeres de valía como Augusto Sandino, Pablo Antonio Cuadra, Pedro J. Chamorro, Rubén Darío, Carlos Martínez Rivas, Salomón de la Selva, Ernesto Cardenal, Violeta Chamorro, Sergio Ramírez, Gioconda Bella, Claribel Alegría, Vidaluz Meneses, los Mejía Godoy, para solo nombrar un puñado de memoria, sino de gente acostumbrada a luchar contra la naturaleza, dictadores e invasores, por lo que bien se merece el control internacional de los actos arbitrarios del gobierno contra su patria y pueblo, antes que llegue a convertirse en una fuerza de ocupación de su propia nación.