A raíz de la reciente mención de un alcalde unionense involucrado en la venta de la isla Perico a unos hondureños, he vuelto a revisar documentos históricos que datan de la época de la colonia española, en los cuales queda muy en claro y en forma evidente, que todo el Golfo de Fonseca, en el Océano Pacífico, perteneció únicamente a El Salvador, hasta que sucesivamente, partes del mismo fueron traspasadas tanto a Honduras, como a Nicaragua, hasta constituirse lo que en Derecho Internacional conocemos como “Bahía Histórica”, sin que esta mención signifique revivir pasadas situaciones conflictivas, pues soy un decidido y convencido centroamericanista, a partir de que mi abuela materna era originaria de Santa Rosa de Copán y por Nicaragua siento un afecto muy especial, hoy más que sufre la dictadura del dueto Ortega/Murillo.


Doy paso a esos datos, tomados de la llamada “Descripción del Districto della Audiencia de Sanctiago de Guathemala”, Tomo XV de la histórica “Colección de Documentos Inéditos relativos al descubrimiento, conquista y organización de las antiguas posesiones españolas de América y Oceanía”, publicada en Madrid, España en 1871, en la Imprenta de José María Pérez, respetando la grafía castellana de aquella lejana época.


La obra comienza por referirse a las pretensiones de dominar tierras cuzcatlecas colindantes con el Golfo en comento, por el conquistador Pedrarias Dávila en 1527, después de someter a las tribus aborígenes en la actual Nicaragua y las cuales, desde ese año ya era parte de la “governación de Guathemala”, que después, por cédula real, se constituyó en Capitanía General. Transcribo literalmente lo que se consignó por aquella época: “Los puertos de esta governación de Guathemala, en la Mar del Sur, de más de las ya referidas, son la Baya de Fonseca, junto a San Miguel, en doce grados y medio de altura, y dentro della una isla que llaman Petronila”.


Baya significa “bahía” en castellano antiguo y la isla Petronila es el nombre con que Andrés Niño y Gil González, descubridores del Golfo, dieron a la actual isla de Meanguera, en cuya playa desembarcaron un 31 de mayo de 1522, día en que la Iglesia Católica conmemora a dicha santa. Y dicen que el Golfo pertenece a San Miguel porque en los primeros años de la colonia española, nuestro país se dividía territorial y jurisdiccionalmente en dos grandes provincias: San Salvador y San Miguel. También refiere el documento que a Honduras únicamente le pertenecen “las islas ubicadas en el Mar del Norte”, o sea, el Océano Atlántico.


Nuestro historiador don Santiago I. Barberena (“El Sabio” como le llamaban en vida), en su obra “Historia de El Salvador, Tomo II”, escribe: “En el Boletín de la Real Sociedad Geográfica de Madrid, correspondiente al tercer trimestre de 1915, aparece un artículo de don Antonio Blásquez donde hace una relación detallada del “Atlas”, un manuscrito que apareció en el siglo XVI, cuyo autor fue el cartógrafo y navegante don Bartholomeu Laso, realizado en Lisboa, hacia 1590, donde aparece una isla con nombre en potón (un dialecto del maya) llamada Gibaldique, situada entre la porción de costa comprendida entre la desembocadura del río Lempa y la Baya de Fonseca (Bahía), en la provincia de San Miguel. Según Barberena, Gibaldique significaba “Huerta del tigre gordo” o “Huerta del tigre devorador”, o sea, la actual isla El Tigre, en el Golfo de Fonseca, Dejamos para otra entrega la continuidad de este relato geo histórico.