En este contexto inédito en el que estamos sometidos todos, en un obligatorio aislamiento en países centroamericanos y sudamericanos, se convierte de mucha importancia para agencias de cooperación internacional y las relaciones internacionales poder rediseñar su modalidad de trabajo de cara a la cooperación para dinamizar la economía y productividad, reducción de problemas socioeconómicos. Debe existir una importante atención al perfeccionamiento y mejora de un sistema sanitario uniforme.

En la actual emergencia mundial nos damos cuenta sobre la enorme importancia que tiene el derecho de la alimentación, el fomento de la agricultura familiar, poder elaborar mejores proyectos que sean relativos a la digitalización de la economía, además nos damos cuenta que sin los agricultores difícilmente se hace circular la economía en estos momentos dado que son los principales protagonistas de suplir las más exigentes necesidades de la canasta básica del área urbana y rural desde luego.

El IICA ha realizado una importante concientización en sus redes sociales de aplaudir a los agricultores, un “aplauso solidario” y vaya qué tan necesario se convierte en valorarlos. Luego de esta pandemia debemos ser más humanos, valorar a aquel que nos llega a dejar el agua que consumimos en la casa, la cajero o el cajero del supermercado que pocas veces nos damos cuenta de la importancia que tiene ya que sin él o ella no podríamos pagar para adquirir nuestros productos de necesidad, valoremos a las empleadas domésticas, a los que son policías o soldados que cumplen su labor en estos momentos en la calle exponiendo su vida.

Además, el Instituto diariamente está publicando un monitor para la seguridad alimentaria del continente americano lo cual se constituye como algo muy importante dado que el tema de la seguridad alimentaria; el IICA ha priorizado la seguridad alimentaria en la gestión del doctor Otero y máxime en esta coyuntura tan grave del COVID-19 que esto exige una cooperación técnica para que nosotros, los países en vías de desarrollo podamos contrarrestar más el impacto en la canasta básica antes, durante y después de esta cuarentena.

En este monitor, se encuentra el índice de vulnerabilidad alimentaria ante el COVID-19 y se ha calculado con cuatro variables de medición: 1. El ingreso neto per cápita, 2. La importación o exportación neta de alimentos per cápita, 3. La prevalencia de la subnutrición, 4. La posición neta fiscal de los gobiernos.

La seguridad alimentaria pero con una permanente asistencia técnica de estas agencias de cooperación regionales y multilaterales tienen mucha importancia siempre para cuando estas emergencias se tengan nuestros países puedan responder mejor.

Además, es prioritario seguir con la apertura al transporte de carga siendo así el flujo de mercancías que siempre es necesario ya que los vendedores de productos de la canasta básica dependen mucho de su venta. Esta es una verdadera lección a no ver a la agricultura como algo atrasado y que no representa importancia en nuestro diario vivir, no podemos vivir

¡Doctores, enfermeras y trabajadores de la salud! Ellos son verdaderos héroes, mucho que cuesta comprender el cansancio de los médicos sí, cuesta dado que son gente rígida a la hora de tratarnos pero al final debemos ser cercanos con ellos dado que salvan vidas. Absolutamente comprobado en esta pandemia que poco importa una liga de fútbol a comparación de un doctor, se lee duro pero es la verdad. El continente americano se ve amenazado por la pandemia, urge una nueva visualización de la modalidad de la cooperación internacional en la que también no se deje morir la productividad; la cooperación internacional se somete a esta prueba, en la que el continente es protagonista por ser exportador e importador de alimentos, eso nos hace relevantes.

La política internacional y la diplomacia multilateral exige verdaderos cambios que permitan canales novedosos en los que la salud pública, seguridad alimentaria, agricultura, políticas fiscales correctamente aplicadas, economía verde, teletrabajo estén presentes en la agenda de actividades, proyectos y planificaciones. La lección del COVID-19 permite una sociedad nueva, nuevos negocios, nuevas empresas que ojalá logren seguir dinamizando la economía, por el bien todos los ciudadanos.