Este 16 de febrero la Universidad de El Salvador llegó a sus 179 años de existencia. Es momento para repensar el rol, misión y visión del Alma Mater de cara a las exigencias del siglo XXI. Según el Ranking Top Universities la UES se ubica en el lugar 251 de 391 Universidades.

A finales de 2019 se realizaron las elecciones para nuevas autoridades de la UES y el continuismo triunfó sobre la transformación producto de un proceso con muchos vicios, votantes de Asociaciones de Profesionales creadas para tal fin y con una Asamblea General Universitaria a su favor las nuevas autoridades se hicieron del poder.

Ahora si vemos la parte académica: ¿Cuántas patentes se han generado a partir de sus investigaciones que puedan beneficiar al desarrollo del país en los últimos 10 años? ¿Hay transferencia de conocimiento al sector productivo que genere retorno económico? ¿Cuántas citaciones o publicaciones de la UES son referencia a nivel global?

La actividad académica se ve afectada debido a falta de laboratorios apropiados para llevar a la práctica la teoría, además de la inaccesibilidad a internet inalámbrico dentro del campus. La Universidad en Línea ofrece pocas carreras en esta modalidad y no se tiene una evaluación constante de su desarrollo, se deberá mejorarla y potenciarla e incorporar la modalidad semipresencial en todas las carreras de acuerdo con la necesidades académicas. El Campus se ha vuelto insuficiente para albergar aproximadamente 50,000 estudiantes.

Resulta paradójico que al ser una Universidad estatal que funciona con fondos públicos recibidos de nuestros impuestos no se evalúe por la Comisión Nacional de la Acreditación de la Calidad de la Educación Superior, ni auditada por la Corte de Cuentas amparada en la Autonomía Universitaria. Se sabe de desvío de fondos, de plazas otorgadas por afinidad, los programas académicos no se han actualizado por años, se necesita un cambio curricular de acuerdo con la realidad que se vive a nivel mundial y nacional, adoptar nuevas teorías y paradigmas educativos lo que contribuirá a mejorar las estrategias de enseñanza-aprendizaje como la metodología STEAM- Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Arte y Matemática que es una modalidad educativa de integración de estas áreas donde el estudiante explora su aprendizaje en situaciones reales, la vinculación Universidad-Empresa-Gobierno, especialización del docente a nivel de doctorado, incorporar la tecnología e innovación, creación de nuevas carreras de cara a la Revolución Industrial 4.0 además de mejorar la infraestructura del campus el cual se ha vuelto insalubre por la cantidad de basura generada por ventas estacionarias que proliferan por todos lados, lo que ha hecho que el ambiente se convierta en una bazofia.

La UES enfrenta hoy grandes retos: apostarle a la Investigación, Innovación y Desarrollo o aferrarse a la consigna antigua “La Universidad de El Salvador se niega a morir” del exrector Ulloa, la cual queda como parte importante de la historia del Alma Mater cuando en ese entonces continúo sus labores en el exilio, luego de una de tantas intervenciones militares. Hoy en día vivimos otra realidad a la cual se debe poner la Educación Superior acorde con este entorno. Aún cuando El Estado siempre les otorga fondos adicionales, nunca se han rendido cuentas sobre en qué se utilizaron, se sabe que la UES en 2019 pagó más de $1 millón en seguridad privada según una investigación de gatoencerrado, cuando su propia vigilancia carece de armas y equipo, y la inseguridad sigue siendo un problema.

La evaluación 2019 del Alto Consejo de Evaluación de la Investigación y Educación Superior de Francia, otorgó a la UES acreditación sin reserva para cinco años aun cuando señala problemas de fraude y corrupción. La UES otrora fue líder en la región ¿qué hacer para que retome su lugar? ¿Quo vadis Universidad de El Salvador?