Mucho se habla en Latinoamérica de que nuestros sistemas democráticos están atravesando un mal momento, que han perdido mucha credibilidad en la ciudadanía que son los mismos electores de las democracias que tenemos. Latinoamérica tuvo convulsas décadas en la segunda mitad del siglo XX en los que gobiernos de turno con administración militar censuró mucho la libertad de expresión, económica y el buen ejercicio del estado de derecho.

En San Salvador la Fundación Salvadoreña para el Desarrollo Económico y Social (Fusades) realizó a mediados de año el Foro Internacional de Análisis Político (FIAP) con asistentes de expertos de instituciones que trabajan en asuntos democráticos, tales como: Dialogue International, Manuel Alcántara que es de la Universidad de Salamanca España, National Endowment for Democracy, IDEA Internacional, Universidad de Oxford, entre otros.

Daniel Zovatto que es de IDEA Internacional brindó declaraciones importantes y que nosotros los ciudadanos de esta gran región podemos tomar nota, observar mucho y recordar bien lo que se dice en este rally electoral de las Américas. La desconfianza ha ido en aumento, el hace la pregunta: ¿En quiénes se desconfía? Y manifiesta algo que es alarmante: las ONGs, el sector privado, el gobierno y en los medios de comunicación. Los medios de comunicación muchas veces se dejan amordazar por funcionarios y/o empresarios para no poder darle a conocer a la ciudadanía sucesos que son parte del diario vivir en nuestros países.

El segundo componente menciona Zovatto es todo lo relacionado al desempeño de las instituciones, lo cual no es exclusivo de un solo país de Latinoamérica, es algo que nos tiene prisioneros a muchos de la región, la separación de poderes dentro de la democracia es algo esencial. En esta editorial puedo recordar los motivos por los cuales la revolución francesa se llevó a cabo, porque la gente se hartó de que el poder estuviese concentrado en una sola persona, a pesar que fue su monarca, las grandes revoluciones de la historia siempre exigen una verdadera separación de poderes dentro de las administraciones gubernamentales.

Sin la separación de poderes, deja la percepción entre la ciudadanía que hay una concentración de poderes, lo cual es totalmente perjudicial para una democracia que quiere ser sana y bien vista por sus ciudadanos. En países como los nuestros que hay un presidente del poder ejecutivo, no debe extralimitarse de sus funciones, así como tampoco los congresistas ni los mismos magistrados que son responsables del control judicial.

Hoy la democracia se ha malinterpretado tanto, que permite que presidentes que dicen ser democráticos duren por 20 o 30 años en el ejercicio del poder ¿Cuál democracia? ¿Cuál respeto por el buen funcionamiento del Estado de derecho?

Este año ha sido un rally electoral en las Américas y en 2019 no va a ser distinto, se vienen épocas de campañas políticas sobre todo en Centroamérica y es necesario que los ciudadanos estemos vigilantes a que nuestros funcionarios puedan realmente promover y velar por la democracia republicana y representativa.

En México está iniciando el primer gobierno de una ideología de izquierda del partido MORENA, dirigido por Andrés Manuel López Obrador, quien ya había intentado ser presidente en ocasiones anteriores; aprovechó una coyuntura en la que México había perdido toda credibilidad hacia todo el estamento político para poder presentarse como ese candidato “distinto” a los demás.

Los ciudadanos en nuestra región debemos asumir como un deber moral, por todo lo que nuestros próceres libertarios lucharon en México, Centroamérica, el sur de las Américas, a que los niños aprendan qué es una democracia verdaderamente, que podamos enseñarles que vivimos en sociedades libres y democráticas, en otros países fuera de América votar es algo restringido para hombres y mujeres, teniendo nosotros esa posibilidad de votar por nuestros funcionarios es algo valioso.

Existe una delgada línea entre la libertad y libertinaje, la democracia muchas veces se ve burlada por personas malintencionadas que utilizan esa palabra para hacer todo lo contrario: menoscabar la democracia, burlarla.

En la región, se aproxima una época electoral en la que los que tienen el poder verdadero de cambiar el rumbo de sus países, Brasil ya lo demostró con la victoria cuasi predecible de Bolsonaro; El Salvador y Guatemala también tendrán la oportunidad de participar en las elecciones presidenciales de 2019. No querer votar por caprichos es algo que insulta nuestro honor, votar es un derecho y deber.