A la reunión no llegó Brendan O'Brien, el encargado de Negocios de la Embajada estadounidense en El Salvador y embajador en funciones. Foto: Secretaría de Prensa de la Presidencia.


El presidente salvadoreño Nayib Bukele trató de justificar la situación política derivada de la destitución del fiscal general y de los magistrados de la Sala de lo Constitucional este pasado 1 de mayo por decisión de la Asamblea Legislativa, de mayoría afín al oficialismo, en una reunión con el cuerpo diplomático emitida esta noche en cadena nacional.

Bukele lamentó que dentro de los asistentes a la reunión con los diplomáticos no se encontrara el encargado de negocios de la Embajada de los Estados Unidos en El Salvador, Brendan O’Brien, quien está a cargo de la sede desde el pasado mes de enero.

El mandatario justificó ante embajadores y otros representantes extranjeros que la reciente decisión de la Asamblea Legislativa de destituir el fiscal general de la República, Raúl Melara, se basó en la mayoría que su partido, Nuevas Ideas, obtuvo en la elección del pasado 28 de febrero y partiendo del hecho que Melara tenía fuertes vínculos con el partido Arena, cuando el cargo demanda que no esté vinculado a un partido político.
Si ustedes creen que El Salvador está haciendo algo mal, entonces díganlo”. dijo al cuerpo diplomático el mandatario.

Bukele señaló que existe desinformación en torno a las destituciones del fiscal y de la Sala de lo Constitucional y sugirió que la visión del cuerpo diplomático está sesgada por con quienes se reúnen acusando directamente a organismos de la sociedad civil, a los que calificó como “la oposición”.



Dijo además que los representantes diplomáticos estaban desinformando a sus países, al ofrecer solo la versión de “la oposición”.



Sobre la destitución de los magistrados de la Sala de lo Constitucional, Bukele afirmó que la misma Constitución de la República da la facultad al Congreso para remover del cargo a magistrados y señaló que la Sala había cometido omisiones graves y "en contra del derecho fundamental a la vida" en el marco de la emergencia por la pandemia de coronavirus.



La Sala declaró inconstitucionales en 2020 varias medidas impulsadas por el Ejecutivo para contener la pandemia por transgredir derechos fundamentales de la ciudadanía.

Andreu Bassols, embajador de la Unión Europea, calificó las destituciones como un hecho “chocante”, debido a la celeridad con la que el Parlamento promovió y aprobó la iniciativa. Enfatizó en la gran responsabilidad del Gobierno salvadoreño, que con un amplia mayoría en el Congreso, tiene el deber de fortalecer la democracia no de debilitarla.



Bukele enfatizó en que no negociará con nadie porque es el mandato del electorado y que “fue el pueblo el que decidió que la institucionalidad cambiara”.

El nuncio apostólico de la Santa Sede, Monseñor Santo Rocco Gangemi, dijo que lo expuesto por el mandatario salvadoreño en la reunión era la lectura oficial de los hechos "y que muchos podrían no estar de acuerdo", y sin embargo reiteró que es parte de su trabajo diplomático "escuchar a todos", en alusión al reproche de Bukele de que la comunidad internacional solo ha escuchado a la oposición.